Un edificio molesto
El asunto de la Aduana es el más claro ejemplo de enfrentamiento político en el que nadie gana y todos pierden. Sobre todo la ciudad de Cádiz. Más que nada porque por los siglos de los siglos vamos a tener que padecer un edificio que hace más mal que bien. Quien más quien menos, todos los gaditanos ya teníamos en mente nuestra particular visión de la Plaza de Sevilla cuando esté terminada -a este paso allá por el 2020-. Llegar allí bajando la Cuesta de las Calesas y encontrarnos de repente una enorme zona abierta que haga las veces de centro neurálgico del transporte y las comunicaciones. Todo el que llegue a la ciudad, bien en autobús, en tranvía, en tren o por el segundo puente, desembocará allí, donde su primera impresión debería ser la de amplitud, en una casco antiguo donde en demasiadas partes la sensación es de agobio por aquello de la falta de espacio.
Actualizado: GuardarPero esa sensación de amplitud se verá considerablemente mermada por un edificio que, en realidad, no aporta gran cosa a Cádiz. Póngase como se ponga el Foro Antiderribo. Es preferible encontrarse un gran espacio abierto, una zona verde, que no una mole de dudoso gusto. O al menos de dudoso valor cultural que tapa además la estación.
Lo lamentable es que el problema no viene por ahí. No es una cuestión de patrimonio de la ciudad. Al Foro se le agradece su preocupación y sus buenas intenciones. Pero sus miembros han sido utilizados de forma vil por la Junta de Andalucía. Utilizados para lo de siempre. Para agredir a su rival político. En este caso el atacado ha sido el Partido Popular, personificado -quién si no- en Teófila Martínez. Pero no les quepa la menor duda de que si ostentara el poder el PSOE, la historia hubiese sido la misma, simplemente con distintos protagonistas.
La preocupación de unos y otros no es mirar por la ciudad. Al menos no la principal. Vuelve a quedar demostrado, por desgracia. Altos cargos locales y regionales del PSOE reconocen en petit comité que buscaban darle un bofetón político a Teófila. Impedir que quede como la gran impulsora del proyecto. Cuando pensamos en quién hizo el soterramiento, a todos se nos viene a la mente el rostro de la alcaldesa. Cuando vemos el estadio, vuelve a ser ella. Incluso El Corte Inglés, el CN Elcano o el Manuel de Irigoyen. Ahora la gran pelea es por el segundo puente. Ya saben, La Pepa o el Puente de la Constitución de 1812. El PSOE no puede permitir que la remodelación de la Plaza de Sevilla quede para la historia como otro de los grandes logros de la alcaldesa. El problema es que esta vez el bofetón no se lo han dado a ella. Se lo han dado a todo Cádiz.
OBRAS Y MÁS OBRAS
Cádiz está inmerso en la mayor remodelación del último siglo. Bajar al centro es un suplicio. Y lo que te rondaré. Canalejas, la Alameda, el Campo del Sur. Todo va a ser arreglado de cara al 2012. No faltan las voces discordantes, los vecinos que se quejan por la falta de aparcamientos, por los problemas de circulación. Sus quejas son comprensibles, pero si queremos poner bonita la ciudad, no queda más remedio que aguantar el chaparrón. Exactamente igual que cuando uno se mete en obras en su casa y tiene que convivir con ellas mientras duran. Sabes que es incómodo, pero que cuando acaben todo será mejor.
MUÑOZ Y SUS QUEJAS
El presidente del Cádiz ha vuelto a mostrar su sorpresa por la actitud de la afición cadista. Dice no entender el malestar del público, los pitos estando el equipo como está. Pues la explicación es bien sencilla. El cadista no protesta por lo que está viendo este año, sino por lo que lleva padeciendo los últimos cuatro. Los pitos a Enrique son en realidad para Abraham Paz, para Parri, para Gastón Casas, para Dani. Para tantos jugadores que dijeron adiós después de descender de forma vergonzante el año pasado.
Del mismo modo que el año de Primera se celebró el descenso en el partido ante el Málaga. Igual que se pidió al equipo que volviera al césped tras perder en El Helmántico -ya en Segunda-, ahora se pita por hartazgo. Antes se aplaudía por lo bien que se había hecho desde que se subió en Las Palmas y luego en Chapín. Ahora se protesta por lo mal que se vienen haciendo las cosas desde la era Baldasano.
Es injusto para los actuales jugadores, o al menos para la mayoría de ellos. Pero también es cierto que ha habido futbolistas a los que se encumbró sin merecerlo. Más que nunca, ahora es aplicable el tópico aquel de que el fútbol es así. Muñoz debería saberlo. Es más, lo sabe de sobra. Pero se aferra al viejo discurso de que la única forma de que las cosas salgan bien es con la unión de todos. Olvidando una vez más que cada aficionado es libre de expresarse como desee. Que cada medio de comunicación debe contar su verdad. No la de él. Son medios de comunicación de Cádiz, no del Cádiz. Para eso está su web, su revista. La mejor, la única forma de que todo vaya bien, es que los jugadores marquen goles y la directiva gestione como tiene que gestionar. Entonces, los pitos volverán a tornarse aplausos.