Marc Coma sigue controlando la situación y ya acaricia la victoria

A falta de la última etapa, Marc Coma controla la situación en el apartado de motos y los hombres de Volkswagen siguen adelante su paseo triunfal en este Dakar americano que nadie entiende porque se sigue llamando así. La realidad es que Carlos Sainz llegó ayer a España muy disgustado por su abandono y por la lesión de Michel Perin, su copiloto, ya que fue por un error de apreciación de quien hizo el libro de ruta, que no marcó el peligro como debía en el punto del accidente. «Quisieron hacer un rally muy duro para que nadie pensara que iba a ser un paseo y se pasaron. Quizás no en dureza, pero sí en hacer las cosas sin la debida exactitud, lo que provocó numerosos abandonos, accidentes que se podían haber evitado», se quejó Sainz, consciente de que era casi su última oportunidad de ganar un gran raid, ya que el año que viene Volkswagen no parece que siga en esta especialidad. A no ser que le hagan una oferta de Mitsubishi, el piloto español lo va a tener complicado. «Para el año que viene falta mucho, y es todavía una incógnita, y tampoco sé si Volkswagen seguirá en esta especialidad», reconocía Sainz.

Cambios de recorrido

Otra vez, y como ha sido habitual durante toda la prueba, la cronometrada de este viernes fue acortada debido a las lluvias torrenciales que cayeron la víspera en esa zona, dejando el primer tramo totalmente impracticable. De esa forma, el enlace que en un principio iba a ser de 161kilómetros se convirtió en 364 y los participantes tomaron la salida de la especial en el cuarto control de paso, por lo que se redujo de los 545 iniciales a sólo 220 kilómetros. El último enlace de 47 kilómetros hasta llegar a Córdoba no sufrió cambios. Marc Coma cuenta de esta forma las horas que faltan para que acabe la prueba este sábado, mientras que Sainz sigue con aquel agujero en la retina que le privó de una victoria segura.

Coma volvió a dejar ganar al francés Cyril Despres, que logró su quinta victoria de etapa en este rally, un minuto y 45 segundos por delante de Coma, y la número 21 en su carrera en el Dakar. Sin embargo, el francés apenas consiguió recortar la distancia que le separa del español, que sigue en lo más alto de la clasificación general con un margen de una hora y 28 minutos.

Aunque acaricia ya la victoria, hasta que no cruce la meta Coma no se confía. Hace dos años durante la antepenúltima etapa del rally el catalán chocó contra un árbol y perdió toda opción a adjudicarse su segundo Dakar. Sin embargo, 2007 parece quedar bien lejos y el catalán no cedió este viernes al pánico. Tras salir después de su rival, Coma impuso su propio ritmo, sin obsesionarse en alcanzar a su rival. Como ocurrió la víspera, Despres protagonizó una actuación ejemplar. El piloto de KTM, solo en la cabeza, no dejó de ganar terreno a sus rivales, relegados a más de un minuto al paso por el primer control, ubicado en el kilómetro 133.

Nani Roma finalmente logró llegar a la meta después de perder siete horas y cayó hasta la sexta posición de la general, pero al menos podrá llevar el único Mitsubishi superviviente hasta la meta.

Tras la etapa del jueves De Villiers parece ser la apuesta de Volkswagen por delante del americano Miller, sobre el que el sudafricano tiene solamente dos minutos y 20 segundos de ventaja. La etapa fue un recital de los coches alemanes, logrando el germano Depping, piloto de asistencia del equipo, su primera victoria de etapa, mientras que De Villiers cedió 15 segundos a Miller.

Trámite

Según Marc Coma la etapa de hoy, de 792 kilómetros, no será complicada. «Se supone que es una etapa de trámite, en una zona parecida a la de los primeros días, pero esto nunca se sabe. A priori, será una etapa rápida y sin complicaciones, como las del principio, aunque siguen siendo más de 200 kilómetros de especial, a alta velocidad, y en zonas con muchas pistas, en las que se tiene que mantener siempre la atención», recalcó el piloto.