Kate Winslet adelanta a Pe en la carrera al Oscar
La actriz británica hace pleno y obtiene dos Globos de Oro La cinta española 'Vicky Cristina Barcelona', mejor comedia
Actualizado: GuardarPenélope Cruz encuentra un inesperado obstáculo en su carrera al Oscar. Tras acaparar los galardones de las asociaciones de críticos, el Globo de Oro parecía el trampolín definitivo para figurar en las candidaturas a los Premios de la Academia, que se conocen este jueves. No pudo ser. Kate Winslet rompió con su eterno gafe -cinco nominaciones fallidas al Oscar- y fue la primera sorprendida con sus dos Globos: mejor actriz dramática por Revolutionary Road y mejor actriz de reparto por El lector, categoría en la que era favorita la española. El otro secundario de Vicky Cristina Barcelona, Javier Bardem, se debía de temer lo peor y no apareció en la gala. Le ganó Colin Farrell, el histérico gángster irlandés de Escondidos en Brujas.
Los Globos de Oro vienen siempre acompañados de la inevitable coletilla periodística, «antesala de los Oscar». Los concede la Asociación de la Prensa Extranjera en Hollywood, un centenar de periodistas de todo el mundo afincados en Los Ángeles, entre los que figuran dos españoles. La huelga de guionistas en 2008 convirtió uno de los acontecimientos sociales del año en una insípida rueda de prensa. Este domingo recuperó el glamour con la presencia del star system al completo. Ahí es nada Martin Scorsese entregándole el premio honoífico Cecil B. de Mille a Steven Spielberg.
Winslet, de 33 años, vivió la noche de su vida. El primer beso lo recibió de su marido y padre de sus dos hijos, Sam Mendes, director de Revolutionary Road. Esta suerte de American Beauty trasladada a los años 50 sigue la descomposición de un matrimonio en una América suburbial bajo cuyos tonos pastel late la podredumbre. El nuevo rostro de Lancôme comparte pantalla con Leonardo DiCaprio once años después de Titanic. Por su parte, El lector, dirigida por Stephen Daldry, es un morboso drama en la Alemania nazi rodeado de polémica por los desnudos de la actriz británica.
Nuestra Pe y Bardem se van de vacío, pero esta 66 edición de los Globos de Oro resultará histórica para el cine español: Vicky Cristina Barcelona, la postal turística de la Ciudad Condal pagada por la productora Mediapro con dinero público, es la mejor comedia del año. El alcalde Jordi Hereu se congratulaba ayer del éxito del filme, «que amortizará la inversión realizada». Allen, al igual que Bardem, prefirió quedarse en casa y delegó en su hermana, Letty Aronson, el honor de subir al estrado.
Con todo, el mejor drama y la gran triunfadora de la noche no presume de estrellas en su reparto y cuesta la décima parte de contendientes como El curioso caso de Benjamin Button y Revolutionary Road. El británico Danny Boyle rodó en India Slumdog Millionaire, una fábula sobre un chico de los suburbios de Bombay que interviene en un concurso televisivo para que le vea un antiguo amor y acaba teniendo la oportunidad de ganar 20 millones de rupias. Una cinta independiente que confirma el talento del inclasificable autor de Trainspotting y que alerta sobre el auge del cine de Bollywood.
Los cuatro Globos de Slumdog Millionaire -película, director, guión y banda sonora- causaron tanto alborozo como el premio más aplaudido de la gala. A sus 56 años, Mickey Rourke tiene todos los boletos para hacerse con el Oscar al mejor actor por El luchador. La estrella más prometedora en los 80, el prodigio de belleza e intensidad que brilló en 9 semanas y media, hundió su carrera por su mala cabeza. Decidió convertirse en estrella del boxeo y acabó aceptando películas infumables.
El director Darren Aronofsky confió en Rourke y escribió El luchador pensando en él. La historia de un pobre diablo que sobrevive en rings de lucha libre mientras la salud le pasa factura tras cientos de peleas no por amañadas menos brutales. Rourke casi se interpreta a sí mismo. «Si hace diez años me dicen que iba a ganar un Globo de Oro no me lo hubiera creído. Vengo del infierno, y agradezco esta segunda oportunidad», confesó un emocionado Rourke, que tuvo que aguantar bromas del actor Seth Rogen: «Me hubiera gustado entregarle este premio en los 80, porque en vez de emborrracharme estaríamos esnifando coca».
Colin Farrell también bromeó con su congestión nasal sin darse cuenta de que en la memoria colectiva flotaba la ausencia de Heath Ledger, fallecido hace un año de sobredosis. Su Globo de Oro al mejor actor de reparto por su Joker en El caballero oscuro anticipa el Oscar póstumo que pondrá en pie el teatro Kodak.