Rajoy amenaza con romper la unidad antiterrorista

La Junta Directiva Nacional del PP lanzó ayer a los populares gallegos y vascos a la competición que se resolverá en sus respectivas votaciones del 1 de marzo. Mariano Rajoy delimitó los términos del debate y amenazó al Gobierno con romper la unidad antiterrorista si no impide que ETA, en cualquiera de sus marcas políticas, vuelva a tener presencia en el Parlamento vasco. La actuación del Gobierno socialista en las próximas semanas y antes de las elecciones vascas será «el termómetro» por el que medirá el PP la voluntad de José Luis Rodríguez Zapatero de luchar por la derrota de ETA con todos los medios a su alcance. Se trata de que las instituciones del Estado intenten desenmascarar las candidaturas abertzales inspiradas por la banda y «evitar» que concurran a las elecciones. Además, Rajoy señaló que el Ejecutivo central «debe propiciar, y puede hacerlo» que se cumpla la Ley de Partidos Políticos, mediante la presentación del oportuno recurso ante el Tribunal Supremo para prohibir las candidaturas que se demuestre que son sucesoras de Batasuna.

«Apoyaremos al Gobierno si ETA no se presenta a las elecciones», dijo el líder del PP. «Si el Gobierno lo consiente, nos tendrá enfrente», anunció. Con este discurso concurre el PP a las elecciones vascas, en las que un eje fundamental de su campaña será «la defensa de las libertades, la derrota del terrorismo, la deslegitimación de ETA» y la lucha para acabar con el oxígeno que, a juicio del candidato, Antonio Basagoiti, le dan los nacionalistas a la banda terrorista pero también los socialistas. Los populares vascos buscan votos entre los votantes indecisos del PSE y exhiben su «coherencia en la defensa clara de unos principios» frente a la ambigüedad que atribuyen al partido de Patxi López.

Rajoy denunció la falta de garantías sobre la política que aplicará el PSE si gana y dijo que «no sabemos cuál es su opinión» sobre diversos asuntos que afectan a los ciudadanos vascos, como la reforma del Estatuto de Autonomía, el referéndum de autodeterminación o «sobre la negociación con ETA». Prometió que habrá «otra política en el País Vasco si el PP tiene la posibilidad de decidir y gobernar». Basagoiti completó el razonamiento y concluyó que apoyar a su partido en estas elecciones disminuye la posibilidad de que «el PSE se eche en brazos del PNV» y planteó los distintos escenarios postelectorales entre los que incluyó un posible acuerdo entre populares y socialistas.

A por todas

Aunque su objetivo es «ir a por todas» para gobernar en Vitoria, aclaró las condiciones para un pacto con el PSE y dijo que aspira a ocupar, «al menos, las consejerías de Educación, Cultura e Interior». Como, en su opinión, el PP «se juega mucho» en estos comicios, pidió el desembarco de la dirección nacional y que toda la organización «se vuelque» en apoyo de las tres candidaturas vascas. Garantizó que mantendrá la paz interna en el partido. «Estamos unidos, hemos conseguido un equilibrio entre la renovación y la continuidad», afirmó para explicar que las discrepancias internas que persisten en el seno del PP vasco no serán inconveniente en elecciones.

La designación de Jaime Mayor Oreja -máximo exponente del sector crítico alineado con María San Gil- para encabezar la lista al Parlamento Europeo es la prueba de ese cierre de filas con el que se quiere integrar a todos. Rajoy defendió la candidatura de Mayor y elogió su trayectoria política, notoriedad y capacidad para defender los intereses de España. «Es el mejor», dijo.

El candidato a la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, también pidió el respaldo de la cúpula del partido y los dirigentes territoriales en la movilización para las elecciones gallegas. «Necesitamos vuestra presencia», les dijo y aseguró que superará los 39 escaños, por encima de los 38 que marcan la mayoría absoluta para gobernar la Xunta. «Allí hay dos listas -dijo Rajoy-: el PP y el socialismo travestido de nacionalismo y acompañado de los nacionalistas».