Parábolas
Por fin Informe semanal ha hablado del paro. Es natural: esta semana hemos sabido que el paro supera en España los tres millones. Sólo una tacha: el paro del que habló 'Informe semanal' fue el de Alemania. Hace unos veinte años, en las facultades de Periodismo nos enseñaban que la tele y la prensa del franquismo, para eludir la información sobre las cosas malas que pasaban en el país, se cobijaban en la noticia de sucesos y en la crónica internacional. También nos decían que la crónica internacional se usaba como parábola: la crítica a tal o cual político extranjero, leída entre líneas, debía interpretarse como crítica a tal o cual político autóctono. A lo mejor es eso lo que quiso hacer Lorenzo Milá, que presentaba la pieza: darle al Gobierno español una patada en el culo del Gobierno alemán. Pero lo dudo, porque uno seguía el reportaje de Informe Semanal y lo que veía era, antes bien, que los alemanes lo están pasando mal aunque son más rubios y más altos, o sea, que aquí no deberíamos quejarnos tanto. Implícitamente, más de un espectador adivinaría la transferencia de culpa: aquí hay paro porque Alemania, que es la locomotora, renquea.
Actualizado: GuardarY ahí volvemos al viejo procedimiento de contar las penas ajenas para hacer más llevaderas las propias, como en los años sesenta. Ya, ya sé que no es lo mismo: ahora uno puede recurrir a otros medios para constatar la falsificación sin necesidad de buscar en el dial la radio inglesa o francesa. Puede, por ejemplo, ver los informativos de CNN Plus -por citar un solo ejemplo significativo- y comprobar que la gente que hace cola en el aeropuerto de Barajas no está aliviada y jovial, como vimos en los telediarios de TVE, sino más bien cabreada como una mona. Esta es la hora en que el equipo de la información meteorológica de la televisión pública aún no ha dimitido -ni ha sido cesado- después de que tanto la ministra de Fomento como el ministro del Interior hayan responsabilizado a los «hombres del tiempo» de los colapsos de circulación sufridos por tierra, mar y aire en las rutas el país. Si yo fuera «hombre del tiempo», devolvería la pelota exigiendo la dimisión de todos los equipos económicos de las instituciones españolas. Por no haber previsto el paro en Alemania.