Crítica insultante

os reproches que ha recibido la ministra de Fomento en las últimas horas por su gestión tras las complicaciones por la nevada del viernes han tenido una polémica derivada en la crítica lanzada por la diputada del PP catalán Montserrat Nebrera, al atribuir los problemas de Magdalena Álvarez a «un acento que parece un chiste». La desafortunada afirmación no habría superado el terreno de la boutade si Nebrera no hubiera abundado en su tesis, glosándola incluso con una anécdota personal según la cual ella misma no entiende bien a los andaluces cuando hablan. Si ya resultaba una frivolidad achacar las consecuencias de un colapso que ha afectado a miles de ciudadanos a las presuntas dificultades para expresarse de la ministra, lo que no tiene justificación es que un cargo parlamentario opte por deslizar la legítima discrepancia por la pantanosa pendiente del comentario ridiculizante. La pertenencia de la diputada catalana a una comunidad que cuenta con la una lengua propia sometida a desprecios en el pasado exigen una petición de disculpas públicas.