ESPAÑA

Un pueblo dividido

Fago perdió hace dos años, a sangre y fuego, el anonimato que mantuvo durante siglos al abrigo del Pirineo, afloraron rencillas individuales y divisiones colectivas que todavía se mantienen. El de Fago sigue siendo un vecindario dividido. La disputa personal entre el alcalde Miguel Grima, asesinado hace dos años; y el guarda forestal al que se acusa del crimen, Santiago Mainar, catalizó aquella división vecinal y, en parte, la retroalimentó. Mainar llegó a Fago desde Montañana, en Zaragoza. Después acudió Miguel Grima, precisamente de la mano del forestal, dada la relación que había entre éste y la familia de Grima. Pero la amistad mudó en disputa.

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En este pequeño pueblo todo está concentrado: el caserío, las calles y las pocas gentes que habitan de continuo. Quizás eso ayudara también a condensar los sentimientos encontrados entre Grima y Mainar. Las disputas personales entre uno y otro encontraron coro a vueltas con las decisiones que iba tomando Miguel Grima desde su puesto de alcalde. Su modo de entender la gestión de un pequeño municipio al abrigo del Pirineo no era compartida, ni comprendida, por una parte del pueblo. Y entre ellos, alguno encontró en Santiago Mainar el referente de su oposición al alcalde.

La división que se instaló con las disputas de dos forasteros, Grima y Mainar, ahí sigue. Tras el crimen, el puesto de alcalde lo asumió Enrique Barcos, cuestionado por parte del vecindario.

Testigos directos y mudos de aquel episodio quedan las casas de turismo rural que regentaban Grima y Mainar. Otra muestra de la competencia entre ambos. Desde el exterior, ninguna de las dos casas muestra señal alguna de abandono. Pero ambas están cerradas, no funcionan como viviendas de turismo rural.

La que sigue en Fago es la viuda de Miguel Grima. Acude con frecuencia a la casa que mantiene en este pueblo en el que su vida familiar se truncó trágicamente hace dos años.

Y a escasos kilómetros del pueblo queda la granja que tenía Santiago Mainar. Pero está sin uso. Sus familiares vendieron las 53 vacas, las dos yeguas y las vacas que dejó cuando fue detenido.