TRABAJOS. Los operarios delimitaron con pivotes el perímetro del carril bus. / JAVIER FERNÁNDEZ
Jerez

Arrancan las obras de Porvera entre el malestar de vecinos y comerciantes

Los afectados pretenden cortar la céntrica calle al tráfico el lunes El profesorado de La Salle también podría sumarse a las protestas

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Pese a las numerosas críticas que recibió el proyecto incluso antes de comenzar, ayer arrancaron las obras del nuevo carril bus en la calle Porvera en medio de la indignación de comerciantes, vecinos y la comunidad educativa del colegio La Salle San José. A primera hora de la mañana, los operarios delimitaron el perímetro del carril, que estará separado por pivotes para evitar que los vehículos particulares lo invadan.

Cabe recordar que a partir del próximo lunes 12 de enero los autobuses podrán circular por este camino habilitado para ellos en sentido contrario, lo que dejará un único carril al resto de conductores, que tampoco podrán estacionar en doble fila, algo muy habitual en esta vía. Además, las plazas de aparcamiento desde la iglesia de la Victoria hasta la zona de la muralla desaparecerán, quedando sólo las del resto de Porvera, pero situadas en la acera contraria (a la derecha en el sentido de la circulación).

Toda una reestructuración que ha levantado una polvareda a su paso, puesto que el hecho de que se reduzcan aparcamientos y se suprima la doble fila afectará sobremanera a las personas que habitan, trabajan o circulan diariamente por esta calle. «Estamos indignados -comenta Juan Jesús Sevilla, de la farmacia de Porvera-, porque ahora resulta que la excusa del delegado de Movilidad para hacer todo esto es que hay que quitar el aparcamiento en doble fila, porque es incívico o ilegal. Creo que parar cinco minutos no lo es, precisamente por eso hay tanta gente trabajando en la farmacia, para atender lo más rápido posible».

Ahora, sin embargo, siete puestos de trabajo de la botica peligran, por lo que Sevilla pide que se estudie más a fondo un problema que puede afectar enormemente a tantos ciudadanos. Este es el caso también de la papelería Tecnopapel, que verá reducidas sus ventas con el cambio. «No veo sentido a esto -reconoce Alberto Martín-, porque sólo beneficia a los autobuses y nos perjudica al resto. El camión de reparto no podrá parar porque ya no habrá doble fila, y la gente que suele venir un momento y aprovechar para cargar el móvil o comprar cualquier cosa tampoco podrá hacerlo».

A Lola Toro, de la confitería Don Goloso, esta reestructuración le afectará no sólo como comerciante sino también como residente. «Yo vivo aquí y si ya el tráfico estaba mal, con esto será aún peor. La gente está muy enfadada y nos preguntamos qué van a hacer los padres para recoger a los niños del colegio San José, porque la fila de coches va a llegar hasta Icovesa». En el centro educativo, de hecho, como confirmó ayer su director, Pedro Soriano, temen no sólo que la medida suponga un incordio para los padres del curso vigente, sino que también frene el número de matriculaciones venideras ante el temor de que ir a recoger a los pequeños se pueda convertir en toda una odisea.

«El claustro se va a reunir próximamente para comentarlo y haremos público nuestro malestar, porque no sabemos cómo se las aviarán para aparcar. Desde luego, nos sumaremos a las protestas que hagan falta, porque el problema será gordo».

Medidas de presión

Esta postura es compartida por todas las personas consultadas por LA VOZ, que están dispuestas a adoptar las medidas de presión necesarias para que el Ayuntamiento reconsidere la situación. Aunque hasta el momento se trata de colectivos de perjudicados dispersos, Sevilla ha adelantado que tienen la intención de unirse en plataforma con el fin de defender de forma unitaria sus intereses. Como iniciativa más inmediata, algunos de los afectados intentarán que la Subdelegación del Gobierno les conceda la autorización necesaria para protestar formalmente el próximo lunes, mediante el corte al tráfico de la calle Porvera o la organización de una concentración.

«Si por lo menos viésemos que es necesario para la ciudad lo entenderíamos -lamenta Sevilla-. Pero es que encima de los tres autobuses que paran aquí dos van a Área Sur, por lo que van a terminar de cargarse el centro». Este trabajador asegura que se ha dirigido a la Delegación de Movilidad hasta en tres ocasiones, sin que haya sido recibido por el delegado, Juan Manuel García Bermúdez, que «ni siquiera me he devuelto una llamada, y todavía lo estoy esperando».

admontalvo@lavozdigital.es