Jóvenes
Actualizado: GuardarLa Asociación Plaza del Castillo de Usuarios de Medios de Comunicación, en colaboración con el Departamento de Consumo del Gobierno de Navarra, acaba de presentar un estudio sobre personajes infantiles y juveniles de las series de televisión. El estudio lo firma la periodista y técnica de Igualdad Carmen González Vicente, y se centra en las series españolas emitidas por Antena 3 y Telecinco: Hospital Central, MIR, Aida, Escenas de Matrimonio, Cámera Café, Sin tetas no hay paraíso, Yo soy Bea, Impares, Los hombres de Paco, Lalola, Física o Química y El Internado.
Las conclusiones son muy interesantes. En general se trata de personajes inverosímiles que traducen estereotipos con rasgos de comportamiento exagerados. Otra conclusión interesante: en numerosos casos, los personajes actúan como «soportes comerciales» de una amplia gama de productos. El análisis subraya el excesivo hincapié que hacen estas series en su conducta sexual. La autora añade algo que vale la pena anotar: ese exceso de alusiones sexuales se presenta con la coartada de «romper tabúes sociales», pero el único tabú sobre el que inciden es la homosexualidad, porque otro buen número de ellos -el materialismo exacerbado, la cosificación de la mujer, etc.- se siguen prolongando en los personajes analizados.
Más cosas: los jóvenes de la televisión carecen de profundidad; la cultura, la política o la espiritualidad rarísimas veces aparecen en las frases que pronuncian, cuyo repertorio de preocupaciones se limita al materialismo y al sexo. Carmen González Vicente subraya también que estos relatos se sitúan en un entorno vital invariablemente urbano, y que «la mejora de la situación individual mediante el esfuerzo no es considerada como una opción en la vida». Este análisis indica también que casi todos los personajes infantiles y juveniles de la tele «gozan de una excelente salud y de un inmejorable aspecto», no hay personajes con limitaciones. Aunque están en edad escolar, raramente prestan atención al estudio. Y en la mayoría de los casos se los sitúa en un contexto de incomunicación familiar. Conclusión: los personajes infantiles y juveniles de la tele se parecen poco a la mayoría de la juventud española. Qué cosas.