La ofensiva sobre la franja de Gaza se ha cobrado la vida de 345 personas y ha dejado heridas a otras 1.600. / Efe
conflicto en oriente próximo

Isarel cerca la franja ante la respuesta de las milicias palestinas en la tercera jornada

En la última hora, alrededor de una veintena de cohetes Kasam y de proyectiles de mortero han impactado sobre territorio israelí

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Por tercer día consecutivo, Israel continúa su ofensiva militar contra Hamas en la franja de Gaza. Una campaña -la más violenta en décadas- que se ha cobrado ya la vida de 345 personas y ha dejado heridas a otras 1.600. Ante esta situación, la Casa Blanca ha exigido a Hamas que deje de "lanzar proyectiles" y "respete el alto el fuego" que ha imperado en los últimos meses. Por su parte, el jefe del grupo chií libanés Hezbolá, Hasan Nasrala, ha hecho un llamamiento para una nueva Intifada contra Israel "en Palestina y en todos los Estados árabes" ya que la guerra israelí "está dirigida contra todos los palestinos, no sólo contra Hamas".

En la última hora, alrededor de una veintena de cohetes Kasam y de proyectiles de mortero han impactado sobre territorio israelí. En la ciudad de Ashkelon, donde esta mañana un obrero de la construcción israelí murió por el impacto de un cohete, un cohete Grad cayó sobre una escuela sin provocar ninguna víctima. Otros dos israelíes resultaron heridos graves y tres leves por el impacto de proyectiles de mortero en el área regional de Shaar Hanegev, en el oeste del desierto del Negev.

Tras la ofensiva de esta madrugada, la aviación israelí ha intensificado y centrado sus ataques contra el Ministerio de Interior y la Universidad Islámica de la Ciudad de Gaza, símbolo cultural del grupo islamista. A media tarde, otros cinco palestinos -cuatro milicianos y un niño- morían en un llamado "asesinato selectivo". El ataque tenía como principal blanco Riad Abu Ter, miembro destacado de las Brigadas al Quds (brazo armado de la Yihad Islámica) y cuyo vehículo fue alcanzado al este de Jan Yunis.

Aunque en los "los próximos días" determinarán si lanza una ofensiva terrestre que complemente a la aérea, Israel parece prepararse para una posible invasión de la franja y ha ordenado a los periodistas que abandonen las áreas colindantes a la franja, declarada como "zona militar cerrada". Como ha advertido el propio ministro de Defensa, Ehud Barak, la operación en Gaza será larga. Es una "guerra total contra Hamás y los de su clase", ha asegurado Barak, para quien que el movimiento islamista "es responsable de todo lo que ocurre en Gaza" y de haber convertido ese territorio palestino en un "refugio de terroristas".

Israel ha desplegado ya varios tanques en la frontera con la franja, listos para ingresar al enclave litoral, en el que viven un millón y medio de palestinos. Varios parlamentarios árabes acusan al Gobierno de llevar al país a una guerra por motivos partidistas con el fin de ganar votos antes de las elecciones generales del próximo mes de febrero.

Hamás se mantiene desafiante

Las milicias palestinas han seguido lanzando hoy cohetes contra el sur de Israel, uno de los cuales ha matado a un trabajador de la construcción árabe y herido a otra decena de personas en la ciudad de Ashkelón, a una veintena de kilómetros de Gaza. Según datos del Ejército israelí, unos 200 proyectiles han sido disparados contra las localidades cercanas a la Franja desde el comienzo de la ofensiva, con un saldo de dos muertos. Además, un obrero palestino ha herido a cuatro israelíes -uno de ellos de gravedad- al apuñalarles en el asentamiento de Kiryat Sefer, en territorio cisjordano,en lo que se trata, aparentemente, del primer acto de venganza fuera de Gaza a causa de la operación israelí.

Hamás, mientras tanto, considera que los ataques suponen "un crimen de guerra organizado en el que Israel está utilizando todo tipo de armas contra los palestinos" y se mantiene desafiante. El portavoz del grupo Fawzi Barhum ha instado a usar "todos los medios disponibles, incluidas las operaciones de martirio", una referencia a los ataques suicidas en Israel.

Mientras Israel defiende que su campaña es en respuesta a los ataques casi diarios de cohetes y morteros desde territorio palestino a su país, sus acciones han enfurecido a los árabes de Oriente Próximo, donde manifestantes han quemado banderas israelíes y estadounidenses para presionar por una respuesta más dura de sus líderes a los ataques en Gaza. Israel, cuyos políticos se encontraban bajo presión para actuar por los ataques con cohetes y morteros antes de la elección del 10 de febrero, ignoró la presión internacional para detener la ofensiva.

Hospitales llenos

De acuerdo con la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA), al menos 89 de las víctimas mortales en Gaza en los tres días de bombardeos son civiles. Entre ellos figuran veinte menores.

La Cruz Roja Internacional ya ha anunciado que los hospitales de la Franja de Gaza han sido sobrepasados y son incapaces de lidiar con las víctimas. Además, Hamás denuncia que un ataque aéreo israelí ha destruido un laboratorio de la Universidad Islámica en Gaza, un destacado símbolo cultural. El Ejército israelí justificó la agresión afirmando que el laboratorio habría sido usado por Hamas para desarrollar armas y explosivos.

Israel asegura que durante los primeros dos días de su ofensiva los milicianos palestinos lanzaron cerca de 150 cohetes y morteros contra el Estado judío y que un hombre israelí murió el sábado. La situación, insostenible para muchos, ha provocado que decenas de ciudadanos de Gaza cruzaran hacia Egipto a través de agujeros que hicieron en el muro fronterizo con bulldozers y explosivos.