Los niños menores de 14 años, los que más leen
El 81,9% de los chicos y chicas de esta edad devoran entre dos y tres libros semanales
MADRID Actualizado: GuardarNaiara tiene diez años y no hay semana en la que no lea dos o tres libros, un "vicio", el de la lectura, que esta niña madrileña comparte con el 81,9% de los chicos y chicas españoles con edades comprendidas entre los 10 y los 13 años. Ellos son los mejores lectores. Tan elevado porcentaje era confirmado, por sexto trimestre consecutivo, en el último barómetro de hábitos de lectura y compra de libros elaborado por la Federación de Gremios de Editores de España, que sitúa en el 53,9% el índice de lectura entre la población mayor de 14 años.
"Es lo que más me gusta. Me traslada a otros mundos", confiesa Naiara. Buena estudiante, deportista y amante de la música, cuando tenía tres años rogó a sus padres que la enseñaran a leer. Desde entonces no pasa un día sin que le dedique una hora -más o menos- a la lectura, casi siempre al acostarse o mientras desayuna, sin contar el tiempo que esta misma actividad le ocupa en el colegio. "No es una superdotada, es una niña normal, con inquietudes", deja bien claro Mercedes, su madre, quien comenta que para Naiara no hay peor castigo que dejarla sin leer "cuando contesta mal".
Según el citado barómetro, el 65,5% de los chavales como Naiara lee a diario o semanalmente, mientras que el 16,4% son lectores ocasionales, cogen un libro alguna vez al mes o al trimestre. El 59% lee porque les gusta -Naiara devora libros de aventuras, de misterio o de historias mágicas-, frente al 10,6% que lo hace por obligación. El 74,5% de los chavales enganchados a la lectura son hijos de padres lectores, y un 84,3% recuerda cómo muchas noches su padre o su madre les leían antes de dormir. Eso hizo Mercedes con Naiara.
Carmen, lectora compulsiva y madre de Ignacio y de Celia, de 12 y 7 años, respectivamente, obliga a sus hijos a leer todas las noches. No más de media hora. Al chico "le cuesta ponerse", dice, pero la niña "promete más". "Disfrutan cuando un libro les engancha, aunque les cuesta dar el primer paso", reconoce su madre.
La base de la educación
Como Carmen, el 94% de los padres españoles entiende que la lectura es "imprescindible" en la educación de sus hijos, si bien luego sólo un tercio lee con ellos todos o casi todos los días, según se destaca en el Anuario del Libro Infantil y Juvenil 2008 de Ediciones SM. Xosé Ballesteros, director de Kalandraka, una editorial modesta y periférica -su sede está en Pontevedra- pero con una lista de éxitos ya importante -publican unas 60 novedades cada año, y llevan diez funcionando-, apunta, como una de las razones que explicarían el auge de la lectura entre los más jóvenes, que precisamente son hijos de una generación de padres y madres amantes de los libros, con un bagaje cultural y un poder adquisitivo mayores.
El Anuario de SM, grupo editorial con destacada presencia en el mercado español y latinoamericano, y promotor de una colección que durante tres décadas ha hecho las delicias de muchos pequeños, "El barco de vapor", confirma el buen momento que vive una industria "fuerte, estable" y de gran vitalidad. Una industria que se consolida "como el motor del sector editorial gracias -según el Anuario- a su constante crecimiento anual", que en 2006 se tradujo en unos sesenta millones de ejemplares editados y en una facturación que aumentó un 14,8% en relación al año anterior.
En 2006, informa el Anuario, el sector editorial español facturó en su conjunto más de 3.000 millones de euros, de los cuales 323,5 correspondieron a libros para niños y jóvenes. "Vivimos un momento de creatividad enorme", apunta Elsa Aguiar, gerente de publicaciones de literatura infantil y juvenil en SM, para quien hoy "se lee mucho más que en cualquier otro momento de nuestra historia". Especialmente entre los más jóvenes. A ello han contribuido decisivamente colegios y bibliotecas públicas, que "han hecho y están haciendo una buenísima labor" para enganchar a los más pequeños al placer de la lectura. "Estamos empezando a recoger los frutos de esa política", recalca.