Un buen año
Se dice que toda crisis supone una oportunidad. Bien. Estamos inmersos en una muy profunda, según los agoreros. En una de proporciones históricas, sin precedentes. Y lo peor está por llegar, apuntan las mentes preclaras, augures de un negro futuro. Pues mire, no se trata de ser un optimista ingenuo, pero hay que mirar hacia delante con actitud positiva. El derrotismo no sirve absolutamente para nada salvo para convertirnos en unos amargados. Cualquier momento es bueno para cambiar lo que no nos gusta o emprender algún proyecto pero parece que al cambiar de año nos resulta más fácil asumir nuevos propósitos. Pues vale. Hagámoslo. Pensemos en que el próximo año estará lleno de oportunidades. Los problemas no van a desaparecer pero hay que pensar que sí se pueden resolver y que todo depende de la actitud que tengamos ante ellos.
Actualizado: GuardarSoy de los que creen que cada uno es dueño de su destino, que son nuestras decisiones las que nos llevan a uno u otro camino. Y que la suerte azarosa nos puede sonreír o no, pero la Buena Suerte es la que cada uno se procura luchando duramente por aquello que quiere hacer o ser en la vida.
Cada día que pasa hemos de ser conscientes de que hay que intentar disfrutar de cada minuto y de que no es inteligente ni saludable perder nuestro valioso tiempo en cosas que no nos satisfacen, que nos hacen infelices.
Así que, con el nuevo año, pensemos en cuánto está en nuestra mano para mejorar nuestra vida y las de aquellos que queremos. El futuro está lleno de incertidumbres pero esa incógnita es precisamente la esencia de nuestras ilusiones, de nuestra vida. No se deje arrastrar por las corrientes negativas y las nefastas previsiones y piense que 2009 será un buen año si usted quiere.