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El Ayuntamiento alerta de que las obras de la red de pluviales pueden pararse medio año más
Los responsables municipales indican que le retirarán la concesión a Ecasur 10 por los continuos retrasos que han presentado los trabajos
Actualizado: GuardarEl cielo amenaza con lluvias y las obras de urgencia de la red de pluviales de Gallineras, Constitución y Camposoto, siguen paralizadas. Todo apunta, según apuntó la delegada de Desarrollo Sostenible en el Ayuntamiento isleño, Rosario Álvarez a que el contrato será rescindido a la empresa Ecasur 10 por incumplimiento de sus bases. Ya es la segunda vez que la empresa deja de trabajar en la obra, además sus representantes ni siquiera acudieron a una reunión a la que fueron convocados el pasado viernes con el Ayuntamiento y los responsables de las asociaciones de vecinos afectadas. Todos esto ha provocado que desde el Consistorio se considere que la medida más acertada sea rescindir el contrato a la empresa adjudicataria «porque estamos intentando que se haga lo más rápido posible, sacamos las obras por la vía de urgencia y la empresa no ha cumplido, intentan echarnos las culpas a nosotros pero es la empresa la que no responde y nosotros vamos a actuar».
Esta medida puede suponer un nuevo retraso en las obras del alcantarillado. Todo dependerá de la manera en que se rescinda el contrato, si se hace de mutuo acuerdo una nueva empresa podrá estar trabajando en un plazo de dos meses, sino es así la demora podría prolongarse hasta seis meses más.
El presidente de la Asociación Vecinal Gallineras-Buen Pastor, Manuel López aseguró que «estamos a expensas de lo que haga el Ayuntamiento, para qué vamos a exaltarnos si no no podemos hacer otra cosa» Por su parte, el presidente de la entidad vecinal de Constitución, Miguel Mota explicó que «los vecinos no aguantan más, por nuestra zona las calles Luis Berenguer y Pintor Hernández Homede son las más afectadas, los garajes se inundaron y se perdieron muchos enseres y vehículos, además las vayas y las tuberías están en medio de la calle levantada, se pierden aparcamientos y la obra no termina».
Y aunque los responsables vecinales aseguran intentar mantener la calma «los vecinos quieren una solución ya, algunos han propuesto manifestarse o cortar la carretera con las vayas de la obra». Y las pancartas que se visualizan en ambas barriadas son prueba de ello «nos pasamos el día con temor mirando al cielo»,añadió Mota. El próximo jueves habrá una reunión con la empresa adjudicataria para llegar a un acuerdo. Los papeles para la rescisión del contrato están ya sobre la mesa.