Cádiz C.F.

Críticas

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

ue pase el siguiente. El domingo el Cádiz volvió a demostrar que es el mejor equipo del grupo. Se despega, y da la sensación de que no va a ser fácil que alguien nos gane. Ojalá dure mucho la fiesta. Aunque si uno se pone a leer y escuchar a algunos periodistas, sin mirar la clasificación, pensaría que vamos los últimos. Si las cosas se hacen mal hay que decirlo, pero criticar por sistema es absurdo. En las declaraciones del entrenador y futbolistas se nota cierto mosqueo y creo que con gran parte de razón. Que si jugamos mal, que si la defensa es un desastre, que si ganamos en los minutos finales, que si esto, que si lo otro. Señores, que estamos en Segunda B y el Cádiz es el Cádiz, ni mas ni menos. No quiero ni pensar si estuviéramos los quintos. Pero lo curioso del tema es que las opiniones cambian de una semana a otra con la única finalidad de criticar lo que sea. Por ejemplo, el otro día un compañero tenía en el coche puesta una emisora de radio, que está de cumpleaños, y en una tertulia deportiva se hablaba del caso Acuña. La opción, mas que segura, de que el chaval termine en otro equipo, y la posibilidad de que llegue a triunfar lejos de aquí, ponía malo a más de un contertuliano, que no paraba de cantar alabanzas sobre todo lo bueno que era el muchacho. Cuando hace dos semanas, los mismos lo ponían a parir, diciendo que era un niñato y molestos hasta con el coche que se había comprado la criatura. ¿Os queréis aclarar! Aquí hablamos muchos, sin que nadie nos haya dado vela en este entierro, pero intentamos hacerlo con dignidad y diciendo cosas que uno más o menos sabe. Pero es que algunos saben o quieren saber de todo y más que nadie. Y eso es imposible. También puede ser que yo lo que sienta es envidia de escuchar a un portento de la naturaleza dando juicios sumarísimos sobre lo que le echen. Es eso, sin duda. Aunque pensándolo bien, es mejor que sigan así, pues mientras que ellos están raja que te raja, el Cádiz ya le saca nueve puntos al segundo, y eso es lo que importa. O no.