El presidente francés, Nicolás Sarkozy y su mujer, Carla Bruni. /Ap
política internacional

Villepin acusa a Sarkozy de atacarle «cegado por la pasión»

El que fuera primer ministro francés asegura que se está llevando a cabo contra él un auténtico "linchamiento judicial"

PARIS Actualizado: Guardar
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El ex primer ministro francés, Dominique de Villepin, que deberá comparecer ante un tribunal por un supuesto delito de complicidad en el complot para acabar con la carrera política de Nicolas Sarkozy arremete contra el presidente de la República francesa, a quien acusa de haber actuado en su contra "movido por la pasión", de ser "juez y parte" en este caso y de llevar a cabo un auténtico "linchamiento judicial".

En una entrevista que publica Le Parisien, Villepin reitera su inocencia, al tiempo que habla de un "arreglo de cuentas" por parte de Sarkozy. "Mi inocencia en este caso es total. Actué en conciencia, conforme a mi deber tanto de Ministro de Exteriores como de Interior. Y creo que la instrucción ha sido parcial y partidista. Se ha focalizado sobre una rivalidad política entre Nicolas Sarkozy y yo mismo, rivalidad que se ha vuelto un ajuste de cuentas", relata.

El ex primer ministro no oculta sus diferencias con Sarkozy pero sostiene que ni profesa odio hacia nadie ni pretende colgar a nadie del "gancho del carnicero", usando la expresión que en su día utilizó el propio presidente francés para ilustrar las intenciones de Villepin. "Me temo que Nicolas Sarkozy puede estar en buena parte cegado por la pasión, cediendo incluso a veces a una tentación de victimismo", asegura.

Un caso en torno a Sarkozy

El ex primer ministro considera que la instrucción judicial de este caso se ha construido "únicamente" en torno a Sarkozy y "para" Sarkozy y denuncia que todo se ha puesto en marcha para proceder a un "verdadero linchamiento mediático y judicial". "¿Cómo se explica si no que los más altos responsables del Estado hayan intervenido abiertamente en este proceso?", se pregunta.

Villepin asegura que la instrucción se ha hecho "despreciando el sentido común, con muchas incoherencias y contradiciendo la verdad de los hechos y la del derecho". No sabe si las mentiras y la manipulación aguantarán hasta que se celebre el juicio pero, en todo caso, dice que nada de ello le impresiona. "Pago el precio de la independencia política que siempre he tenido", argumenta.