INFERIORIDAD. Los granadinos no encontraron resistencia en los de Burgueña. / G. S.
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Una nueva derrota deja a Burgueña en la cuerda floja

El club podría destituir hoy al técnico vasco, que piensa en abandonar el cargo al no verse capaz de levantar la situación

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La Real Balompedica Linense quiere, pero no puede. Esa es la sensación que dio ayer el equipo que dirige José Luis Burgueña sobre el césped del Los Cármenes, ante un Granada atenazado en principio por el recibimiento con silbidos de un sector de su afición por la marcha del club en lo deportivo, fiel reflejo de la crisis económica que tanto ha dado de que hablar durante la semana pasada.

No obstante, la Balona no visitó Granada con el mismo patrón defensivo debajo del brazo que la mayoría de equipos que se miden cada quince días al conjunto que dirige el que fuera jugador blanquinegro Pedro Pablo Braojos. Los gaditanos quisieron aprovechar las dudas locales. Lo intentaron en ataque, pero de forma muy tímida en una primera mitad que no invitaba a muchas florituras. Eso sí, concesiones como las que se produjeron tras dos saques de esquina granadinos que terminaron en gol, pesan demasiado a la hora de ganar un encuentro. El primero de Lucena, a falta de dos minutos del descanso, y el segundo de Altuna a los ocho de la reanudación, dejaron noqueado a la Balona, que terminó encajando la goleada con otro tanto de Óscar Martínez.

Pronto se le iba a torcer la tarde a los de La Línea, pues a los veinte minutos Burgueña tuvo que retirar lesionado a Alberto por Borja Sánchez. Cuando todo parecía que se llegaba al descanso con empate, Lucena anotó el 1-0 al rematar un saque de esquina.

El gol sentó muy bien a los locales que, a los ocho minutos de la reanudación, aprovecharon otro saque de esquina, para que esta vez Jon Altuna cazara un rechace que dejaba el duelo prácticamente sentenciado a balón parado. El Granada se empleó con más criterio en ataque y pudo endosar una goleada de escandalo a los gaditanos, que vieron como Jesús Sierra u Óscar Martínez gozaban una y otra vez de claras ocasiones. Al final Óscar Martínez logró materializar el tercero y último gol de la tarde al conectar un gran disparo. Al final los puntos fueron para el Granada, que vuelve a ganar después de ocho encuentros y dos meses ante un Linense, que sigue colista y afronta una semana en la que suenan tambores de guerra en el banquillo blanquinegro. De hecho, aunque no se hará oficial hasta hoy mismo, todo apunta a que José Luis Burgueña será destituido. La decisión podría llegar también por parte del entrenador, que no se ve capaz de levantar la situación. El nombre de Oli es uno de los suena para el cargo.