PINCHITO MORUNO

Nos salpicó

Uno creía que hasta aquí no iba a llegar la crisis, que eso era una cosa que ocurría del Puente Carranza, pa fuera. A nuestros tres índices Nikay, por ahora, nadie se había atrevido a tocarlos. El índice Cádizsá está que se sale con el Cádiz sumando puntos con la misma facilidad con la que se lía una croqueta, el índice Listolosdeatrás, que mide la efervescencia capillita, está también tocando el cielo con más vírgenes coronadas que nunca y para colmo se espera una cosecha de triduos y quinarios que no se veía desde que desfilaba en Cádiz el lamentablemente desaparecido Batallón Infantil. No olvidemos ese acontecimiento que se espera para el año que viene con el Despojado de los Selesianos por la Avenida, con cinco autobuses de la línea 7 detrás, con los usuarios de penitencia.

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Pero, quieto ahí, porque nuestro tercer índice de referencia, nuestro valor más sólido en el extranjero se ha visto salpicado. Dos hechos han oscurecido el panorama y tocan al índice Nikay de lleno. El Ayuntamiento ha llamado a consultas a Martín José, el abogado del Cádiz para que pronostique, con la efectividad que le caracteriza, qué puede ocurrir en el futuro. Si se debe ya sacar a la calle en procesión a los patronos o poner a media asta la patriótica bandera de la plaza de Sevilla.

En Cádiz no tenemos crisis del sector del automóvil ni se nos ha ido a pique ninguna constructora... En Cádiz tenemos crisis de ninfas del Carnaval y se han presentado menos criaturas que a un cásting para escoger gente que quiera hacer de garbanzo en una película sobre el menudo. Pero dicen que las desgracias nunca vienen solas y, como los cuplés de las chirigotas buenas, las desgracias para el Carnaval de Cádiz han venido enchampelás. Se habla de tomar decisiones extremas como que el Lama escriba un tango de urgencia denunciando la situación de una huelga de hambre de bombistas delante del almacén de Madueño, para hacer la cosa más cruel, o incluso de la posibilidad de pedir el amparo del juez Garzón, porque estamos hablando de los bombos gaditanos, que no es un tema baladí. (Ya sé que esta última frase es una pamplina, pero de vez en cuando me gusta meter esta palabra en los artículos).

No quisiera yo mostrarme rácano en estos temas que son estratégicos para el futuro de la ciudad y, por tanto, quiero aportar vías de solución. Lo primero es crear un plan de fomento de las vocaciones para el ninfantado gaditano y también posibilitar que los gaditanos se puedan presentar a ninfo. Porque no vamos a estar pidiendo que las gaditanas se presenten a reyes magos y ahora no vamos a pedir que los gaditanos no nos presentemos a ninfo.

Igual que se ha creado un cuerpo de voluntarios para desfilar en el Bicentenario, doña Teófila devuelve a Cádiz el batallón, pero más que infantil, sesentañil, se debería de crear un cuerpo de voluntarios para el ninfantado, una escuelas taller, una página en internet, una merienda... No sé, lo que sea, pero Cádiz necesita ninfas como Zapatero necesita que venga el Espíritu Santo para solucionar lo de la crisis.

En el tema de la crisis de los bombos la solución la tengo clara. Los dineros que va a dar el Gobierno a los ayuntamientos para que inviertan en obra pública, aquí se deben invertir sin demora y, se ponga como se ponga la Junta de Andalucía, en bombos públicos y que en ellos figure, aunque ya sé que al Ayuntamiento dinero nuestro en publicidad no le gusta, propaganda municipal.

Si los sindicatos hablan, ante la crisis de Repsol, de nacionalizar las acciones, aquí ya UGT y CC OO deben proponer con urgencia que, por interés estratégico de la ciudad se deben nacionalizar los bombos del Carnaval, no vaya a ser que tengamos una opa hostil y venga Lula Da Silva, el de Brasil, a querer poner en los bombos de las chirigotas la imagen de una mulata tocando las maracas...Virgencita de La Palma coronada, no lo permitas. ¿Gaditanos a los bombos!