Zapatero reparte millones para asegurar la estabilidad parlamentaria del Gobierno
El presidente tranquiliza al PNV, que sabe que CiU ocupa un lugar de honor en la lista de candidatos a socio estable para la legislatura
Actualizado: GuardarJosé Luis Rodríguez Zapatero hará equilibrios con las nuevas inversiones planificadas por el Ejecutivo ante la crisis económica para garantizar su estabilidad parlamentaria. El presidente del Gobierno se vio obligado a intervenir ayer a título personal para apaciguar los ánimos del PNV, actual socio 'presupuestario' de los socialistas que, a pocos días de que se produzca la aprobación definitiva de las cuentas generales del Estado en el Congreso, avisó de que no aceptará el «fraude» de un nuevo reparto encubierto de los recursos económicos.
En una reunión con el portavoz del PNV, Josu Erkoreka, Rodríguez Zapatero prometió que el País Vasco no será dejado de lado en el próximo reparto de millones para reactivar la economía conforme a lo pactado en la cumbre del G20.
Las nuevas medidas para incentivar la economía han despertado los recelos de los nacionalistas vascos. Fueron ellos, junto al BNG, quienes salvaron los muebles del Ejecutivo con la aprobación de unos presupuestos que la mayor parte de la Cámara considera desfasados, cierto es que a cambio de unos cien millones de euros incluida la transferencia de las competencias sobre I+D+i a la comunidad autónoma vasca.
El temor de los nacionalistas vascos ante los últimos anuncios de medidas urgentes contra la crisis era que, por la puerta de atrás mediante la fórmula del decreto y el crédito extraordinario, otros, sobre todo las fuerzas catalanas, salieran más beneficiados.
«No nos gustaría -advirtió Erkoreka desde la tribuna del hemiciclo- que la crisis económica sirviera de pretexto para sustraer a las Cortes Generales la capacidad que tienen para adoptar las principales decisiones económicas del país; no sería leal, no sería ortodoxo ni correcto».
El presidente el Gobierno replicó que las inversiones que dará a conocer hoy no tienen por qué afectar a las cuentas acordadas para 2009 y dejó entrever que la mayoría se adoptarán con cargo a las de este año y al incremento del endeudamiento del Estado. Pero no despejó las dudas del PNV, compartidas por otras fuerzas de la Cámara, sobre su intención de crear una suerte de presupuesto paralelo.
Fue en un breve encuentro posterior donde Rodríguez Zapatero dejó más tranquilo al portavoz vasco, quien terminó convencido de que habrá «algo» nuevo para Euskadi. Los nacionalistas defienden que era necesario llamar la atención de un presidente que parece haberse desentendido de ellos una vez superado el trámite presupuestario.
Echar las redes
El temor del PNV a quedar fuera de juego no es del todo infundado. Los socialistas siguen echando redes para suplir su debilidad en la Cámara e intentarán mover en breve todos los hilos a su alcance para apaciguar a los grupos catalanes. Las nuevas inversiones irán vinculadas, según el mismo presidente avanzó ayer, a proyectos locales, un guiño a los ayuntamientos.
Los nacionalistas vascos saben que el Gobierno ha comenzado a ensayar pactos parlamentarios de futuro con CiU, como el acuerdo del martes pasado para aprobar en el Congreso la ley de supresión del impuesto de patrimonio. Fuentes de CIU y PSOE no negaron que se trata de un ejemplo de colaboración que podría tener continuidad a lo largo de la legislatura.
El Ejecutivo, a siete escaños de la mayoría absoluta, ha pasado sus primeros siete meses de vida a salto de mata parlamentario, con acuerdos coyunturales con unos y otros. Sin embargo, aspira a alcanzar a mediados de 2009 una estabilidad en el Congreso que permita gobernar y legislar sin agobios.
En esa búsqueda, los socialistas no tienen prejuicios y no esconden que entre sus favoritos está CiU. Pero no quieren jugar a una sola carta, por lo que esperan a ver el mapa político que dejan las elecciones gallegas y vascas para analizar si también vuelven a ser posibles los pactos con BNG y PNV, como ya ocurrió con los Presupuestos.
Incluso ERC, uno de los aliados estables de Rodríguez Zapatero la pasada legislatura junto con IU, pretende no quedarse fuera de juego en futuros acuerdos con el Ejecutivo, pese a que ahora sus actuales escaños ya no son suficientes para alcanzar mayorías. Prueba de ello es el notable esfuerzo realizado esta semana por los independentistas, que gobiernan en Cataluña con el PSC y que negociaron hasta el final con los socialistas, aunque sin éxito, para no vetar los Presupuestos del Gobierno a su paso por el Senado.