PUERTO REAL

180 profesionales del Clínico profundizan en las relaciones con pacientes en situación terminal

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Alrededor de 180 profesionales sanitarios del Hospital Universitario de Puerto Real han participado en la I Jornada 'Aprender a vivir, aprender a morir', una actividad formativa que pretendía profundizar en las relaciones con pacientes en situación terminal y sus familiares. La jornada, organizada por el área de Formación del centro bajo el auspicio de la Sociedad Andaluza de Cuidados Paliativos, ha sido el punto y final a un programa de formación sobre este tipo de pacientes. Dentro de dicho programa se han desarrollado dos ediciones del curso 'Formación en Acompañamiento en situaciones, de pérdida, muerte y duelo'; una edición de 'Cuidados Paliativos'; dos ediciones del taller 'Control del dolor y manejo de la vía subcutánea'; una edición de 'Atención integral al paciente en situación terminal y sus familiares en los últimos días'; y una edición de 'Comunicación difícil y conspiración del silencio'. En todos ellos ha habido un total de 110 participantes.

Precisamente, han sido los asistentes a esos cursos previos los que demandaron poder participar en una jornada que les permitiera profundizar en estos temas. Tras la inauguración a cargo de la directora gerente del Hospital, Ángeles Prieto, intervinieron la doctora Concha Ruiz Pau, médico responsable del Equipo de Soporte de Cuidados Paliativos del Hospital y coordinadora de este programa específico docente; la doctora María Isabel Heraso, médico especialista en anestesiología, reanimación y terapia del dolor, y presidenta de la Fundación Internacional del Dolor; y Margarita Cordero Ayuso, maestra y terapeuta del método de 'Bert Helligen'. Al término de las diferentes exposiciones, se produjo un debate entre las participantes, moderado por la directora de Enfermería del Hospital, Manuela Lacida Baro. En las conclusiones, los asistentes hicieron hincapié en la realización de esta iniciativa por parte del hospital y reconocieron la gran necesidad de los profesionales de formación en estos temas, a fin de poder dar una visión más humanitaria y esperanzadora del cuidado del paciente al final de la vida y procurar aportar paz a las familia evitando así duelos patológicos, con la morbilidad que eso conlleva. Como propuesta final, se propuso la creación de grupos de trabajo en torno a la profundización en éste área.