ARTISTA. La directora Lucrecia Martel, ayer en Gijón. / EFE
Cultura

Lucrecia Martel lleva al Festival de Gijón su tercera película, 'La mujer rubia'

La autora de 'La ciénaga' y 'La niña santa' reconoce que no tiene «voluntad de complicar la vida al espectador»

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«Estoy en el cine por mi deseo de comunicar a los demás hechos, situaciones y personajes que me llaman la atención y sobre los que quiero saber qué pasa», reconoce Lucrecia Martel, que con su ópera prima, La ciénaga, no sólo consiguió premios en los festivales de Berlín y Sundance, también sorprendió a los hermanos Almodóvar, tanto que no dudaron en apostar en sus dos siguientes trabajos.

Así, tras arropar a la directora y guionista argentina en La niña santa, han vuelto a respaldarla en su tercer largometraje, La mujer sin cabeza, que, tras exhibirse fuera de concurso en el Festival de Gijón, llega a España el próximo 28 de noviembre con el título La mujer rubia. Este relato protagonizado por María Onetto no salió muy bien parado en el último Cannes, donde su opción a la Palma se tradujo en abucheos de la prensa especializada.

Dice Martel que lo que ocurrió en Cannes no es novedad, le ha pasado con todas sus películas en otros festivales. «Estoy acostumbrada. Mi deseo es compartir lo que hago con todo el público, pero hay personas que sí entienden tu propuesta y otras no. También me he dado cuenta que, con el paso del tiempo, mis filmes son mejores vistas que en su momento», reconoce.

Nacida en Salta en 1966, Martel pone en esta ocasión su especial y personalísimo punto de vista en una mujer que por una distracción atropella algo mientras conduce. Su fuga y la inseguridad sobre si pudo haber matado a alguien perturban su existencia y evita enfrentarse a sus actos, sin saber si han sido reales o no.

«Siempre pienso que mis historias son accesibles y comprensibles para todos, no tengo voluntad de complicar la vida al espectador. Otra cosa es que gusten o no. Al haberme educado en otro tipo de relatos, de estructuras narrativas, propongo otros juegos al espectador. Y hay personas que se resisten a esto porque la narrativa en el cine hoy es homogénea», asegura.

La literatura, los recuerdos, hechos que conoce, noticias que lee en el periódico, frases que escucha... Este es el material que usa Martel cuando escribe, momento en el que utiliza mucho la memoria. En el caso de La mujer rubia unos accidentes de tráfico en Buenos Aires y «pesadillas muy ligadas al mundo de la responsabilidad sobre los otros y la solidaridad de clases» le sirvieron para construir el argumento a esta profesional que hace lo que siente.

Matrimonio

El internauta, basado en un cómic muy conocido para los argentinos, es el nuevo proyecto de Martel, que está entusiasmada con filmar una invasión alienígena en la capital argentina, producción en la que ya no será considerada nueva directora. «Tengo más seguridad, pero siempre pasan cosas nuevas en un rodaje. Siempre me interesa probar y emprender caminos distintos, Además, siempre he estado bajo la lupa», apunta Martel, que para nada se ve como una directora de culto.»No creo que lo sea. Además, como el culto está en decadencia, no me preocupa la etiqueta», añade.

Tiene una «buenísima» relación con Agustín y Pedro Almodóvar, y a éste último le llama «maestro. Es un tipo que me cambió mucho la visión del cine», reitera Martel, que entiende que, en muchos casos, el idilio cinematográfico entre Argentina y España es, «más que una historia de amor, un matrimonio de conveniencia. Para nosotros, ustedes son parientes. Estamos unidos por el pasado y por el mercado».

Tampoco es muy optimista con el cine de su país. «Los palos, crisis, quiebras y episodios violentos que ha vivido Argentina han generado muchos cortes en el tejido cultural. Mi generación no tiene relación con las precedentes y, a veces, el nuevo cine argentino no es más que otra vez se ha empezado a producir. Hay 12.000 estudiantes de cine y otros muchos que, sin estudios, están produciendo con presupuestos bajísimos. Lo extraño que, teniendo ese impulso en la producción, no contemos con fórmulas inteligentes en la exhibición y distribución», declara.