JÚBILO. Mario Bermejo celebra con la afición azulina el primer tanto de la tarde. / JUAN CARLOS CORCHADO
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Una noche para soñar

El Xerez Deportivo ha dormido en lo más alto de la tabla gracias al triunfo ante el filial sevillista Los azulinos acabaron con el miedo en el cuerpo por no materializar las ocasiones de la segunda parte

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El Xerez durmió en la mejor de las camas posibles. Una buena tarde le permitió gozar de lo lindo y pasar la noche en lo más alto de la tabla de clasificación, igualados a puntos con un Salamanca que disputa su duelo ante el Elche al mediodía. Los tres puntos sumados ante el Sevilla Atlético permitían a los azulinos presumir de liderato, y al menos, por una noche soñar, imaginar que es posible, que un año más se puede pelear por dar el histórico salto a Primera División.

El discurso de técnicos y jugadores continúa siendo mesurado, pues obviamente resta gran parte del campeonato, pero al menos durante la pasada noche los más de tres mil xerecistas que estuvieron acompañando a su equipo en la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros-Palacios pueden cerrar los ojos e ilusionarse con un equipo que ayer logró su segunda victoria lejos de Jerez. Y es que por mucho que la fábrica sevillista se coloreara de azulino y ayer se disputara el encuentro en un pequeño Chapín la victoria se debe contar como visitante. Curiosamente, los azulinos vuelven a sumar de tres fuera de su estadio con el 4-4-2. En Sevilla, Esteban apostó por un once ofensivo, y la jugada le volvió a salir redonda, tal cual le ocurrió en Alicante en la primera jornada de Liga.

Dos veces han jugado con dos puntas naturales, y en ambas ocasiones se han logrado traer los tres puntos. ¿Casualidad o inteligencia? Pues posiblemente un poco de cada, ya que quizás también hay que apuntarle a Esteban el mérito de saber dónde, cuándo y cómo tiene que arriesgar. Ante el Sevilla Atlético, ante el colista de la categoría de plata, se abandonó el 4-1-4-1 que suelen utilizar lejos de Chapín, y el preparador malagueño se decantó por un once conformado por Chema, en portería; una línea de cuatro en la que repetían Mendoza, Aythami, Crespí y Francis; por delante de ellos una especie de rombo que empezaba con Moreno, terminaba con Viqueira y se abría con dos extremos como Momo y Ríos; y en punta Antoñito y Mario Bermejo.

Precisamente el delantero cántabro fue el encargado de adelantar a su equipo en el austero marcador de la ciudad deportiva sevillista. Se llegaba al minuto 35 de la primera mitad sin demasiadas ocasiones en ninguna de las porterías (Gallardo le había sacado la bola a Momo cuando el canario se disponía a fusilar y un tímido cabezazo de Crespí) cuando prácticamente de la nada Bermejo se fabricó el primer tanto. El punta se revolvió en la frontal del área tras un pase de Antoñito y batió a Ruyales de tiro raso. Sólo cinco minutos después, Momo dio continuidad a la fiesta xerecista.

El canario se asoció con Antoñito y el sevillano le dejó sólo frente al meta sevillista. Momo no perdonó y parecía dejar casi finiquitado el encuentro. Casi, porque en la segunda mitad los xerecistas se relajaron, perdonaron una y otra vez ocasiones clarísimas y los de Galeote se fueron creciendo hasta aprovechar un mal rechace para acotar distancias.

El susto quedó ahí, pues el Sevilla Atlético tampoco daba para más, pero lo cierto es que Esteban se marchó disgustado por la segunda parte que hizo su equipo. Esta semana analizará los fallos, pero será algo que hará a partir del martes cuando sus jugadores vuelvan a los campos de entrenamiento. De momento, esta noche se ha dejado llevar, se ha dedicado a soñar, pues argumentos está teniendo para ello.

sgalvan@lavozdigital.es