APOYO. El alcalde con Rafael Román, Cabaña y Jiménez Barrios.
Ciudadanos

La crispación se quedó en el teatro

Los dos ediles del PA y Butrón y Blanco se marcharon del Pleno antes de tiempo; Marín atacó con fiereza a Román

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Emoción, nervios, reproches y desplantes. Con estas cuatro palabras podría definirse lo que se vivió en el interior y en el exterior del Salón de Plenos de Chiclana, abarrotado por autoridades, concejales de la Corporación y medios de comunicación.

La moción de censura que propició el relevo en la Alcaldía de la ciudad comenzaba con una breve intervención del candidato, José María Román. Luego tomaba la palabra el alcalde saliente, Ernesto Marín, que sorprendió a todos por la dureza de su discurso. Para Marín, la situación que estaba a punto de producirse es «vergonzosa», puesto que «la mayoría que tendrá el nuevo Gobierno se alía con una señora cuya base ha sido la mentira y la traición», aseguraba. Además, el ya ex alcalde de Chiclana no dudaba en calificar de «mayoría sospechosa» al nuevo Gobierno y, en referencia al PSOE, aseguró que «han escogido los desechos de nuestro equipo de Gobierno, en una especie de gazpacho que se va a agriar seguro», sentenció.

Ernesto Marín tuvo palabras también para el nuevo primer edil. De Román aseguró que «su único mérito ha sido destrozar la historia del PSOE en Chiclana», y recordó que «sólo el desastre urbanístico que han propiciado los socialistas en esta ciudad debería ser motivo suficiente para que nunca más volvieran a gobernar aquí», dijo.

Estas declaraciones, a modo de discurso, anticipaban lo que sería una sesión plenaria sin incidentes y sin interrupciones, que discurrió sin embargo en medio de una gran tensión política.

Los portavoces de todos los partidos, de menor a mayor representación en la Corporación, fueron tomando la palabra. La primera en hacerlo fue María Ángeles Polanco, que criticó la «campaña de acoso y derribo» que, asegura, viene sufriendo en los últimos meses desde que abandonó el pacto cuatripartito. A continuación intervino la portavoz del PA, Estefanía Benítez, que comparó el Ayuntamiento en los últimos meses con «un Gran Hermano», y que aseguró que su partido «ya sabía hace un año por dónde se rompería el pacto de 2007».

Por su parte, y en representación de IU, José Pedro Butrón aseguró que «los chiclaneros sí saben quién es José María Román», e insistió en que «este pacto es el pacto tapadera de los socialistas para tapar las alfombras».

El PP, a través de Teresa Ruiz-Sillero, puso nombre a los presuntos casos de corrupción de los socialistas, acusando directamente hasta a seis de los trece ediles «que forman el banco del nuevo Gobierno». Por su parte la portavoz del PSOE, Manuela Moreno, expresó la opinión de su partido de que Román «es un alcalde legal, coherente, respetable, honrado y mayoritario por los votos».

Guerrero tiró el bastón

Miradas de soslayo de Butrón a la edil del PSA, María Ángeles Polanco mientras hablaba, sonrisas irónicas de Marín a las palabras de la portavoz socialista Manuela Moreno, o el desplante de los concejales del PP cuando intervenía la propia Polanco dándole la espalda en sus sillones, fueron algunas de las imágenes de la hora y media que duró la sesión.

Además, en el protocolario acto de entrega del bastón de mando al nuevo primer edil, José María Román, el edil del PA y presidente del Pleno como miembro de la Mesa de Edad, Manuel Guerrero, prefirió no entregar en la mano a Román el bastón, y lo dejó caer ante la atónita mirada de los asistentes.

Guerrero y su compañera en el PA, Estefanía Benítez, así como los dos ediles de IU, Butrón y Blanco, abandonaron el Salón de Plenos tras votar no a la moción y sin escuchar el discurso de investidura del ya nuevo alcalde, en un sintomático desplante.

chiclana@lavozdigital.es