MÚSICA

Un genio polifacético

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La faceta más conocida de Luis Eduardo Aute es sin duda la de cantautor. Sin embargo, su biografía está llena de sorpresas.

Cuando la chispa del ingenio se enciende una y otra vez y las manos y el resto del cuerpo no pueden parar quietas, no quieren reposar, se sabe que ha nacido un artista. Eso es lo que más o menos les pasa a Aute. Llegó de Filipinas con algo más de 10 años a Barcelona. De padre español y madre filipina con ascendencia española también, este joven inquieto pronto empieza a despuntar en el mundo de las artes. Polifacético hasta decir basta, sus aficiones de niñez se movían entre la pintura y el cine. Sin embargo, con ocho años, acompañando a la orquesta del hotel Avenida, canta por primera vez sólo ante el público madrileño. Un año más tarde, influenciado por las películas La ley del silencio y Niágara, empieza, también, a escribir sus primeros poemas. Todo un niño prodigio.

Sus coqueteos con la música, sin abandonar en ningún momento la pintura, son más frecuentes durante la adolescencia. Los Sonor, Los Tigres y Los Pekenikes son algunas de las bandas con las que participa antes de su ingreso en la universidad. No obstante, sus miras están centradas en el cine, el dibujo y la literatura. Ya en 1963, Aute había expuesto de manera individual en dos ocasiones con notable éxito.

Su marcha a París dos semanas después de haber comenzado los estudios de arquitectura en la universidad, le ponen en contacto con toda la efervescencia cultural de la época. Un caldo de cultivo propicio para su mente inquieta que le beneficiará a la hora de pintar. A partir de ese momento, comenzará a vivir durante unos años de sus cuadros, lo cuales se venden tanto en España como en el extranjero, siendo su marchante en Estados Unidos Gregg Juárez. El mundo del cine también le abre las puertas y logra trabajar como intérprete de inglés, francés y español y segundo ayudante de dirección de la segunda unidad, que se encarga de filmar las secuencias rodadas en España, de la película ‘Cleopatra’.

La segunda mitad de los años 60 es fundamental en su faceta de compositor y cantante. Tras conocer a Massiel e influenciado por la música de Dylan y Joan Báez, escribe varias canciones que ofrece a su amiga. Esta, terminará por incluir dos de sus temas en su disco, mientras que Aute grabará un single con Made in Spain y Don Ramón, presionado por los productores de la discográfica. Después llegaría el salto a la escena internacional con la versión que Massiel interpreta de Rosas en el Mar y Aleluya nº 1. Luis Eduardo Aute se descubre ya ante el mundo como un gran compositor y cantante.

Sin embargo, y a pesar de la gran acogida del público, el poeta, escritor y director, decepcionado por la escena musical, se aleja de los estudios de grabación y se vuelca en sus otras pasiones. No duraría mucho este divorcio intelectual, pues a lo largo de las siguientes décadas, Aute publica varios discos más con la condición de que le den absoluta libertad desde la discográfica. Rueda episodios para televisión, pinta, compone bandas sonoras para películas y cortos, y publica libros de poesía… La lista de colaboraciones y trabajos que realiza es larga, tanto como los amigos que se va ganando en el transcurso de su vida. Hoy, con nuevo disco en el mercado, ‘Humo y azar’, regresa uno de los personajes más prolíficos y desconocidos de la cultura española.

Este viernes actúa en el teatro de San Roque. Una actuación más dentro de su gira de presentación del doble disco, grabado durante un concierto en Granada.