Los rebeldes del Congo se retiran de dos frentes para que sean ocupados por efectivos de paz de la ONU
La decisión ha sido adoptada en respuesta a la petición realizada el domingo por el enviado del organismo internacional, durante su encuentro con éste
JOMBA Actualizado: GuardarLos rebeldes tutsis del general renegado Laurent Nkunda han anunciado una "retirada unilateral" de sus fuerzas en los dos frentes en los que han avanzado en los últimos días hacia el norte en Kivu Norte, en el este de República Demócratica de Congo (RDC) y han pedido a la ONU que tome estas posiciones. Entretanto, el presidente congoleño, Joseph Kabila, ha procedido a cambiar al jefe del Ejército en un intento por recuperar el control perdido frente a los rebeldes.
Los rebeldes han emitido un comunicado para informar de que han decidido llevar a cabo "una retirada unilateral e inmediata de las tropas del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) hasta una distancia de 40 kilómetros de los frentes de Kanyabayonga-Nyanzale y Kabasha-Kiwanja". La nota añade que las "zonas de separación" entre los rebeldes y las fuerzas del Gobierno deben ser ocupadas por efectivos de paz de Naciones Unidas, y no por ninguna otra fuerza armada.
El CNDP ha asegurado también que uno de sus comandantes se reunirá mañana con el jefe de las fuerzas terrestres del Ejército nacional congoleño cerca de Rwindi, donde los combatientes rebeldes bien provistos de armamento han hecho retroceder al desmoralizado Ejército congoleño en los últimos días. En el encuentro se discutirán las "formas de establecer las zonas de separación entre los dos ejércitos para evitar cualquier posibilidad de confrontación".
El grupo ha explicado que ha decidido retirar sus tropas para apoyar los esfuerzos de paz del enviado de la ONU, el ex presidente nigeriano Olusegun Obasanjo, para poner fin a semanas de enfrentamientos que han obligado a 250.000 personas a huir de sus hogares y ha provocado una emergencia humanitaria. Así las cosas, las fuerzas del CNDP se replegarán hacia la zona de Rutshuru, bajo su control desde hace semanas tras la decisión adoptada por la oficina "política" del movimiento que lidera Nkunda y en respuesta a la petición realizada el domingo por Obasanjo, durante su encuentro con éste. Antes de que el CNDP anunciara su retirada, el Gobierno de Kabila y la ONU acusaron a Nkunda de no respetar el alto el fuego que prometió mantener al enviado de la ONU. Mientras, Nkunda y sus comandantes acusaron al Ejército de "provocación".
Destituido al jefe de las Fuerzas Armadas
Por su parte, la Misión de las Naciones Unidas en RDC (MONUC) ha asegurado que está comprobando si la retirada anunciada por los rebeldes se está produciendo realmente sobre el terreno en las zonas de combate. "La separación de las fuerzas será un paso positivo en la buena dirección", ha dicho el portavoz de la MONUC, el coronel Jean-Paul Dietrich.
Después de que las fuerzas gubernamentales se replegaran de forma desordenada alrededor de Kanyabayonga, el presidente congoleño, Joseph Kabila, ha sustituido al jefe del Ejército en un intento para reforzar la capacidad de combate de las tropas, ante las derrotas infligidas en las últimas semanas por los rebeldes.
El general Dieudonne Kayembe ha sido relevado en el cargo como jefe del Estado Mayor por el general Didier Etumba, que hasta ahora era el jefe de la Marina y también fue director de los servicios de Inteligencia militares.
Nuevos combates
Las tropas del Gobierno han mantenido también enfrentamientos contra las milicias progubernamentales del Mai Mai-Partido de la Resistencia Congoleña (Mai Mai-PARECO-FAP), que intentan obligar a los soldados a resistir el avance de los rebeldes y recuperar sus posiciones en Kanyabayonga, un núcleo estratégico en la provincia de Kivu Norte (este).
Las milicias locales han atacado a los soldados en retirada en Kirumba y Kayna con ametralladoras y granadas propulsadas con cohetes. "Estos soldados son unos cobardes. Sólo huyen y después violan y saquean las ciudades", ha asegurado el líder de la milicia Mai Mai-Pareco. Algunos testigos dijeron haber visto cadáveres de soldados y milicianos.
Situación precaria
Por su parte, el Consejo de Seguridad de la ONU estudia desde anoche una propuesta de resolución francesa para aumentar en 3.000 el número de "cascos azules" de la MONUC, que de ser aprobados se unirían a los 17.000 que ya tiene la Misión, la mayor de Naciones Unidas en el mundo para Mantenimiento de la Paz.
Las agencias humanitarias de Naciones Unidas, tanto la de Coordinación de Asuntos Humanitarios, como Unicef y el Programa Mundial de Alimentos (PAM) han denunciado en Ginebra el deterioro de la situación sobre el terreno.
Estos organismos han asegurado que la situación sanitaria de los desplazados empeora al no poder acceder a muchos de ellos, 150.000 niños no asisten a clase y, aunque se distribuye comida a unas 100.000 personas con la escolta de "cascos azules", el pésimo estado de las carreteras y los nuevos combates dificultan esta acción.
Desde la reanudación de los enfrentamientos en agosto pasado, más de 250.000 personas se han visto desplazadas de sus hogares por la violencia en Kivu Norte. Sólo en esa provincia, había cerca de un millón de desplazados antes de la reanudación de los combates y, en toda la RDC, unos cinco millones y medio de personas se calcula que han muerto por la violencia desde 1998, lo que supone unos 1.500 muertos al día.