«¿Tienes buen cocinero que hable inglés?»

Con esta pregunta clara y de fácil respuesta se presentó ayer el director de la touroperadora The Unique Traveller, Ramón Ramírez, ante el gerente del Patronato Provincial. El encuentro fue casual, como muchos de los que se dan en estas ferias internacionales del turismo. El personal se conoce desde hace muchos años, se crean redes sociales y surgen los negocios. «Estoy buscando un sitio en Cádiz donde pueda organizar jornadas gastronómicas, con un cocinero que hable inglés», pidió Ramírez. La provincia lleva tiempo intentando lanzar la enorme riqueza gastronómica que tiene en el mercado turístico mundial y ayer, en la World Travel Market, le llegó una oportunidad de oro.

El touroperador The Unique Traveller, especializado en ofrecer productos a medida para pequeños grupos está interesado en montar en esta provincia una experiencia similar a la que ya se organiza en la Toscana (Italia). De hecho, los clientes son británicos y ya han recorrido buena parte de la geografía italiana aprendiendo a cocinar y disfrutando de la gastronomía de la zona y de todas las actividades complementarias. «Por eso, he pensado que Jerez podría ser un lugar perfecto porque además de una amplia oferta de alojamientos, tiene las bodegas y los caballos», explicó Ramírez.

La idea es que un grupo de unas veinte personas disfrute durante unos cinco días de una estancia que incluya alojamiento y clases de cocina. La cuestión llegó ayer mismo, por petición expresa del touroperador. Ahora sólo falta que el tejido empresarial de la provincia tenga capacidad para adaptarse a la demanda. Ramírez se mostró especialmente preocupado por encontrar un buen cocinero que hable perfectamente inglés, «porque, aunque no lo parezca esto es lo más difícil, como ya comprobamos en una experiencia similar que tenemos en La Rioja».

El gerente del Patronato, Manuel González Piñero, por su parte, aseguró al director de The Unique Traveller que Cádiz tiene firmas de sobra competentes e interesadas en un proyecto como éste. El encuentro, como la mayoría de los que se producen en una feria profesional como esta, finalizó con el ritual de intercambio de tarjetas y un «seguimos hablando».