EL RAYO VERDE

Otro público es posible

Quienes nos empeñamos en mantener a toda costa una mirada de esperanza sobre nuestra ciudad y nuestra provincia, a pesar de los bestiales datos del paro, de los demoledores indicadores de perspectivas, nos sentíamos ya como unos ilusos alelados y estábamos a punto de rendir las armas al pesimismo y unirnos a la negra tropa de los desolados. Y en esto llegó Creactiva, para salvarnos de la tentación, como un ángel custodio. Al menos de momento.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los tres días de encuentro de «creadores» en el antiguo cuartel de bomberos han estado cargados de actividades y precisan un balance más reposado. Pero, de momento, no puedo evitar hacer el mío personal, a modo de «aportación desinteresada» a un proyecto que, con matices y cautelas, merece interés.

En el patio y en las bóvedas de Santa Elena hemos visto estos días un personal singular, joven, diferente al que suele acudir a citas de este tipo. Quizá porque hasta ahora no había «citas de este tipo», donde se han mezclado sin complejos, sin categorías, artes muy diferentes, pero casi ninguna «canónica». Certificar este cambio de concepto, más acorde con los tiempos, ha sido un primer logro. Meter en programa en igualdad de condiciones música, fotografía, danza, gestión cultural, con moda, gastronomía, diseño publicitario e industrial, audiovisual es un paso adelante sustancial para avanzar en la creación de una industria cultural.

Mención aparte merece la consideración del Carnaval en este contexto, por su carácter de «sustrato», de abono creativo, y también de forma de expresión más común de un potencial de talento que también puede encauzarse por otras vías. Las especie de «jam sessions» realizadas por los autores, que en muchos casos además no dieron en cuplés y pasodobles, sino en otras formas musicales, potencian esta ya entrevista dimensión del Carnaval como algo más que una fiesta típica.

La relevancia de lo gastronómico reconoce también la nueva fuerza de la cocina, que le ha llevado a ARCO y a los santuarios de la modernidad. Ofrece primicias, como el bombón de mojama, fusiona tendencias, experimenta en vivo y en directo, y además llena el estómago, que es de lo que se trata.

A mejorar, sin duda, los accesos, la señalización, la «instalación» de Puertatierra, el espacio, aunque para arreglarlo hubo poco tiempo y, al parecer, medios escasos. La parte del león la ha pagado la Consejería de Innovación, aunque apenas luce su protagonismo. La presencia de autoridades fue nutrida el primer rato -con una aparición estelar e inesperada de Zarrías, a quien cada vez se le ve más por aquí-, pero ha primado el carácter de iniciativa privada, de idea surgida de la sociedad civil, que es su gran fortaleza. Sin base social, sin materia prima, no habrá invento que valga.

También los periodistas de LA VOZ, parte de esta sociedad, comprometidos con ella, aceptamos con entusiasmo participar en el reto con nuestro propio espacio «creactivo» y en multimedia: con programas de Punto Radio, en directo e in situ; con un grafismo especial y gran despliegue en el periódico; con proyectos confluyentes, como las portadas de los diseñadores gráficos; con un original juego, obra del talento de Encarni Hinojosa, para formar figuras con las letras de lavoz; con un portal on-line construido a medida que la Feria avanzaba, y... con unas paredes flamantes donde dejar huella. Como decía una de las pintadas «Toda creación tiene una redacción». O «La Voz es la bomba», sin falsa modestia (risas).

Ahora toca no frustrar tanta expectativa. Porque, seamos realistas, a diletantes sí que no hay quien nos gane en el mundo.

lgonzalez@lavozdigital.es