'Mangazos camilleros'

La expresión mangazo camillero suelo emplearla para referirme a los errores o descalabros arbitrales que, normalmente, tienen una sola dirección, aunque en los últimos tiempos los fallos se están repartiendo casi de una manera ecuánime. De ahí lo del mangazo. Lo de camillero tiene su explicación en que se realizan con las dos manos como los enfermeros trasladan a los pacientes en los hospitales.

La polémica con los colegiados siempre ha sido una constante en el mundo del fútbol. Sin embargo, la lógica señala que suelen activarse en los últimos encuentros, precisamente cuando los puntos en juego tienen una mayor trascendencia. Pero en esta temporada las alarmas se han encendido con más antelación de lo deseado y de lo previsto. Lo que ocurre es que en determinadas circunstancias, esas pifias terminan teniendo consecuencias imprevisibles. Los más cercanos han sido los sufridos por el Atlético de Madrid y el Villarreal. En este caso, les han birlado dos puntos merced a sendas penas máximas (en el caso de los colchoneros por una pitada en contra inexistente y en el caso de los castellonenses por una a favor no señalada). Lo peor de todos es que ambos equipos pueden acabar en segundo lugar en sus respectivos grupos con lo que ello significa posteriormente a efecto de los cruces. Algo parecido le sucedió al Madrid. Lo más curioso es que, pese a la fama que tienen los trencillas de caseros, los merengues eran precisamente los que jugaban dentro.

Lo mejor de todo, es que luego se cuestione el supuesto nivel mediocre del arbitraje español. Errores hay en toda Europa y repartidos por todos los campos. Por suerte o por desgracia, eso nunca se solucionará porque es consustancial al fútbol. Ahora bien, una sanción como a los futbolistas cuando se equivocan tampoco vendría mal.