Apoyos delictivos

a rocambolesca fuga del abogado madrileño Emilio Rodríguez Menéndez mientras disfrutaba de un permiso de fin de semana dejó un rastro de apoyos externos que la Brigada Central de Crimen Organizado ha puesto al descubierto con la detención de su antiguo guardaespaldas y de una funcionaria de la Comisaría de Santa Engracia en Madrid. La huida, que terminó con su detención en Argentina poniendo de relieve la eficacia operativa del Grupo de Fugitivos de la Guardia Civil y la Policía Federal del país latinoamericano, evidenció sin embargo, notorios fallos en la coordinación entre Instituciones Penitenciarias, los Cuerpos de Seguridad del Estado y la vigilancia de fronteras. El arresto de las personas que cooperaron necesariamente con el abogado delincuente desmantela la cobertura sin la cual el reo no habría conseguido su propósito.