Deportes

Redondo no pierde la esperanza de volver a jugar en la que fue su casa

El lateral conoce muy bien a un Hércules en el que jugó hace un par de años Del conjunto alicantino dice que «han echado mano de jugadores de nivel»

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Juan Luis Redondo no parece tenerlo muy fácil para volver al Rico Pérez. Es cierto que el sevillano entrena con normalidad con el resto de sus compañeros desde la semana pasada, pero todavía tiene que pelear por un puesto en la lista de convocados. El lateral no pierde la esperanza, pero cuando ayer se le preguntó por sus posibilidades él salió del paso con el típico «eso depende del entrenador. Yo estoy entrenando con normalidad, pero él es quien tiene que hacer la convocatoria. Mi filosofía es la de seguir trabajando. La semana pasada ya entrené los últimos tres días con el grupo y en esta estoy entrenando con normalidad. Ya sólo queda pelear, luchar y trabajar fuerte. Siempre un jugador tiene ganas de estar con los compañeros en lugar de trabajar en solitario. Ahora me estoy esforzando para estar a disposición del entrenador. Sobre todo estoy contento porque no tengo problemas con la lesión y no noto nada que me haga estar con miedo». Antes de llegar al Xerez, Redondo defendía los colores del Hércules, un club que considera que «ha cambiado, sobre todo la gente de dentro. En la etapa en la que yo estuve existían muchos problemas, pero sobre todo dentro más que en la plantilla. Eso lo han solucionado y puede que sea por eso por lo que vaya el equipo bien. Creo que el domingo se puede ver un gran partido porque habrá dos equipos con bastante fuerza tanto defensiva como en ataque. Esos son los partidos que te pueden posicionar en el campeonato. La Segunda es una categoría complicada y tener jugadores que vienen de Primera no te asegura nada. Creo que este año el Hércules ha echado mano de jugadores de alto nivel y muy contrastados, pero ya digo que creo que van bien porque han solucionado sus problemas internos».

Él ahora se centra en solucionar su problema. «Ya el año pasado viene con seis meses de retraso, pero yo no pierdo la esperanza».