Cádiz

La hora perfecta en Creactiva

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Pasó el sopor de la hora siesta y los pasillos decorados con bombas de colores, siluetas surrealistas, grafitis y desconchones, vuelven a inundarse de creatividad. Los diseñadores rehacen sus primeros bocetos, alguien afina una guitarra y en la tasca se escuchan chascarrillos de Carnaval. De las telas del techo cuelgan ya gimnastas con poses imposibles, ajenos a la espectación del público que observa sus piruetas en silencio. Una pantalla muda reproduce imágenes sueltas de algún documental. La luz de la tarde comienza a pintar sus propios arabescos en los muros del patio. Es la hora perfecta para crear

Para qué sirve la ropa vieja

Roberto Diz y Solitas, junto con veinte jóvenes diseñadores, buscan y rebuscan en una montaña enorme de ropa vieja. Chándals, guantes, bufandas y sombreros; calcetines, chaquetas de ante, pantalones de cuero. Podría ser una digna estampa de mercadillo, pero ocurre en Creactiva. Tras una hora larga de pesquisas, elecciones y renuncias, comienzan a montar las prendas sobre la percha descabezada de un maniquí. Un corte aquí, un roto allá, y todas las piezas comienzan a parecer algo distinto a lo que llevaban años, quizás décadas, siendo. La bufanda revive como cinturón ancho de un vestido que antes era una bata, pero del revés. La chaqueta de ante ya es falda, pero aún no lo sabe, porque las tijeras no han amputado todavía los retales que le sobran. Los calcetines se convertirán en guantes y los guantes en corbatas. Nada será lo que parece. La energía, ya se sabe, no se crea ni se destruye, sólo se transforma. La ropa vieja, por lo visto, es igual..