Voto por correo para regresar a casa
Las tropas en Irak confían en que el nuevo presidente decida el repliegue «pero la nación está por encima»
Actualizado: Guardar«No se trata de soldados normales, todos estos jóvenes que ves en Irak son auténticos héroes. El 80% de las tropas desplegadas aquí y en Afganistán se alistaron después del 11-S y tienen muy clara su misión, hacer de este mundo un lugar mejor». El capellán Brent Causey trabaja en un despacho situado en el antiguo Palacio de la República. Los salones de lujo donde vivía Sadam Hussein se han convertido ahora en las oficinas de la Embajada de Estados Unidos, pero esta imagen cambiará en las próximas horas ya que la legación diplomática cuenta con un nuevo edificio y este palacio será devuelto a las autoridades iraquíes. «Los soldados no estamos autorizados a hablar de las elecciones, no podemos hacer declaraciones», advierte uno de los responsables de prensa antes de comenzar la entrevista con el capellán. A su espalda un cartel con la bandera de barras y estrellas reza «¿Sé listo, vota!».
Natural del norte de California, aunque residente en Kansas, Causey lleva más de veinte años en el Ejército y se encuentra a la espera de conocer su próximo destino que podría ser Afganistán, un lugar hacia el que también partirán otros muchos soldados presentes en Irak. «Están un poco revueltos, la verdad, pero ellos tampoco tienen muy claro si alguno de los dos -candidatos- les va a sacar de aquí o no», comenta uno de los guardias peruanos que con el trabajo de un año en Bagdad ha podido comprar un terreno y hacerse una casa en su país natal. «No noto un ambiente especial porque ya he vivido muchas elecciones, somos un país acostumbrado a estos procesos, no es nuevo para nosotros. Además, la nación está por encima de una persona, Estados Unidos es mucho más que su presidente», afirma con rotundidad un capellán que, como el resto de los 150.000 soldados y los miles de civiles del Departamento de Estados y USAID, han votado ya por correo. «Las cartas tardan en llegar una media de ocho días, así que para nosotros la elección fue hace ya una semana», apunta la responsable de prensa presente. Es la tercera vez que el capellán Causey está destinado en Irak, pero ya ha viajado por más de cincuenta países ya que «el Ejército americano es como una multinacional».
El plazo
Obama fijó su plazo de retirada de tropas en «dieciséis meses»; McCain, por su parte, aseguró que la salida no debe producirse hasta «una victoria definitiva sobre los terroristas». Un discurso en la línea de George W. Bush, cuya administración, según el capellán, «tuvo que ir a la guerra para acabar con uno de los males que estaba asolando al mundo. Cinco años después Sadam no está en el poder y este pueblo tiene en sus manos todas las opciones de futuro, es un pueblo libre».
«Somos militares y estoy convencido de que el pueblo iraquí nos quiere. Hay ciertos grupos aislados que llevan a cabo los ataques, pero en general nuestros hombres son siempre bien recibidos. Acataremos las órdenes que nos den desde Washington porque a fin de cuentas estamos en manos de los políticos, pero sólo pido que con el próximo presidente las relaciones con las autoridades locales sean al menos tan buenas como ahora», apunta el capellán antes de abrazar su guitarra y entonar una de sus canciones. «Esto es Irak y aquí todo es posible, ¿no?».