Encuesta entre atentados
Los canales de televisión se echaron a la calle para realizar sondeos a los iraquíes; la mayor parte se inclinó por Barack Obama
Actualizado: GuardarTrece muertos y decenas de heridos en tres explosiones en distintas partes de la ciudad fue el balance sangriento de la jornada electoral estadounidense en Bagdad, una capital en la que siguen produciéndose ataques casi a diario. Los responsables de las fuerzas de seguridad habían advertido de la posibilidad de una oleada de violencia con motivo de la celebración de los comicios norteamericanos y pese al fuerte dispositivo desplegado, los terroristas lograron su objetivo.
La violencia lo determina todo en este país, y eso que el pasado mes de octubre ha sido el que menos víctimas civiles y estadounidenses ha registrado desde la invasión de 2003. Castigada una y otra vez con brutales atentados, los habitantes de Bagdad han visto como sus avenidas se han llenado de muros de hormigón, en cada puente hay un puesto de control y es imposible entrar a un edificio sin ser cacheado.
Pese a lo complicado del simple día a día, los medios locales siguieron con detenimiento la votación y la gente, especialmente los conductores, que para recorrer cinco kilómetros necesitan una media de dos horas en algunas partes de la ciudad, han terminado por aprenderse los nombres de Barack Obama y, sobre todo, de John McCain, al que siempre identificaban como «el miembro del partido de George W. Bush».
Entre los políticos se vivió la elección de una manera especial. Para Hammad Zedan Khalaf, representante de la recién nacida Unión Nacional Independiente de Tribus, «el nuevo presidente debe llegar a un acuerdo y permanecer al menos tres años más en Irak. Si los americanos salen de forma precipitada, esto va a ser un caos».
Intereses
En la sede del Partido Comunista, Ali Mehdi, miembro del Comité Central, pidió al nuevo inquilino de la Casa Blanca que «organice la retirada de las tropas, pero de una forma racional que no afecte a la seguridad». Según Mehdi, el resultado no afectará demasiado a Irak porque «finalmente serán los estrategas militares quienes tengan la última palabra. La política exterior americana está por encima de una sola persona y Estados Unidos nunca saldrá de aquí sin garantizar antes sus intereses».
Como en el resto del mundo, las televisiones se echaron a las calles para realizar sondeos y la mayor parte de los encuestados se pronunció a favor de Obama al que definían como «el político capaz de lograr un cambio». El primer reto para el nuevo presidente será precisamente la firma del acuerdo que prorrogue la presencia de las tropas en Irak a partir del 1 de enero, toda una piedra de toque para estrenar la nueva era sin Bush.