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Suspendido hasta abril el juicio por la muerte de seis caballos de la familia Domecq

TOLEDO Actualizado: Guardar
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El juicio contra los rejoneadores José Miguel C.M. y su padre José Antonio C.A., y contra Manuel B., acusados de un delito de daños por la muerte de seis caballos de la familia jerezana Domecq en el mes de junio de 2001, a la altura del término municipal de Ocaña (Toledo), se suspendió hoy hasta el 1 de abril de 2009, después de que las partes planteasen distintas cuestiones previas en la vista celebrada hoy en el Juzgado de lo Penal número 2 de Toledo.

Durante la vista oral, tanto el Ministerio Fiscal, que no ejerce la acusación, como el abogado del rejoneador José Miguel C.M., Marcos García Montes, recordaron que la imputación y la responsabilidad penal de este acusado ha prescrito, teniendo en cuenta que la pena solicitada es de tres años de prisión y que los hechos ocurrieron en 2001.

En este sentido, García Montes, en declaraciones a los medios tras la vista, incidió en que esto supone que su patrocinado "es inocente" y que "no ha cometido ningún delito". Además, consideró "injusta y surrealista" la acusación que pesa sobre él desde el año 2006, a pesar de que haya habido dos autos de sobreseimiento del Juzgado y a siete años desde que empezó el procedimiento.

El letrado, que advirtió del "estrés" que padece su defendido por estos hechos, también solicitó durante la vista la nulidad de todo el procedimiento, teniendo en cuenta que ya hubo un menor acusado de estos hechos que fue absuelto por el Juzgado de Menores de Toledo.

"Este hombre es inocente, la familia es inocente y es una acusación injusta", remarcó el abogado, quien señaló que en aquella ocasión el juez dijo "que ellos no son las personas que quemaron a los caballos".

Destacó, igualmente, que el Fiscal haya pedido la absolución y esté de acuerdo con los sobreseimientos. "Han visto que no hay nada contra mi cliente", precisó, y destacó cómo el Ministerio Fiscal "ha dicho que no hay elementos" en la investigación de la Guardia Civil para imputar.

Finalmente, Marcos García Montes se mostró convencido de que "en el plazo de ocho, diez días" el juez dictará una resolución sobre la prescripción del delito, que hará que José Miguel C.M. "no venga al juicio" y anunció que, cuando tengan una sentencia absolutoria van a pedir "una indemnización importantísima por daños y perjuicios morales, las costas del procedimiento y las calumnias en los medios de comunicación". HAY PRUEBAS DE LOS TRES ACUSADOS

Por el contrario, el letrado de la familia Domecq, Jaime Guerra, que ejerce la acusación particular, lamentó que por parte de la Defensa se haya intentado "alegar prescripciones y nulidades", incluso del escrito de acusación --que según García Montes se realizó fuera de plazo-- y confió en que el juez no las aprecie.

Igualmente, Guerra reseñó que el Fiscal no ejerce la acusación "de momento", destacando que el Ministerio Público "puede cambiar su calificación" ya que "hay más que pruebas, y no sólo basadas en meras escuchas, de los tres acusados", lo que "nos lleva a pensar que va a cambiar su calificación", al solicitar que se remitan unos testimonios "muy importantes".

Las escuchas a las que aludió el letrado, y cuya nulidad pidió el Ministerio Fiscal --al considerar que afectaban al secreto de las comunicaciones y que la diligencia realizada no fue proporcional a los hechos que ahora se enjuician--, fueron realizadas por agentes de la Guardia Civil y, al parecer, en ellas se confirmaba que los imputados estaban relacionados con lo que les ocurrió a los animales.

Durante la vista, el abogado de la acusación particular pidió que se cite a declarar como testigo durante el juicio al rejoneador Sergio Galán, que se admitiesen a trámite determinadas facturas de Antonio Domecq que acreditan lo que cobraba por festejo en el momento de ocurrir los hechos, así como un certificado veterinario que acredita el valor real de los caballos y nuevas fotos sobre el estado en el que quedaron seis de los animales heridos.

Con posterioridad, en declaraciones a los medios, Guerra apuntó que "no nos queda ninguna duda de la culpabilidad de los acusados, especialmente de José Antonio C.M.", de quien, junto a Manuel B. "ha habido más actuaciones durante la instrucción", matizó el abogado, que confió en que finalmente "se haga justicia y haya algún tipo de reparación para mis defendidos". FALSAS ACUSACIONES

Por su parte, el rejoneador José Miguel C.M., al término de la vista, se declaró "inocente" y se quejó de que el juicio se haya suspendido hasta el mes de abril del año próximo ya que llevan "siete años sufriendo" y tendrán que "aguantar el bombardeo de falsas acusaciones" que pesa sobre él y su familia, y que han hecho que su carrera profesional se vea "un poquito estancada por este tema".

Los hechos ocurrieron el 2 de junio de 2001, cuando los acusados, al parecer con el objetivo de eliminar la competencia que les hacía el rejoneador Sergio Galán, decidieron presuntamente acabar con los caballos de este, habiendo contratado para ello a otras personas que, al término de una corrida celebrada ese día en la plaza de Las Ventas de Madrid, confundieron los vehículos que transportaban a los animales de Galán con los de Luis y Antonio Domecq, que también participaron ese día en el espectáculo taurino.

Cuando los vehículos que transportaban a los doce caballos de pura raza de los hermanos Domecq pararon para cenar en el término de Ocaña (Toledo), los sicarios aprovecharon para quemar a los caballos, seis de los cuales perecieron, mientras que los otros seis sufrieron graves quemaduras, resultando inservibles para la lidia.

Según la investigación policial, los autores materiales de estos hechos fueron tres personas de nacionalidad colombiana que se hallan en paradero desconocido y que, presuntamente, habrían actuado por orden de los imputados.