ESPAÑA

El PP entierra 17 años de pacto con UPN e inicia su propia andadura en Navarra

Sólo Rajoy y un puñado de dirigentes de los que aprobaron el pacto en 1991 asistieron ayer al comité

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«Fue como un entierro: triste y sobrecogedor». Así describió una dirigente del PP la reunión del Comité Ejecutivo que ayer dio el visto bueno a la ruptura de la coalición con UPN y la creación de un órgano constituyente que se encargará de poner en pie la nueva organización en Navarra.

En silencio, el máximo órgano de dirección del PP enterró los 17 años de alianza que compartió con UPN. Ningún dirigente intervino para expresar su opinión y tampoco para oponerse al final de un proyecto que puso en marcha José María Aznar en el proceso de reagrupación del centro derecha. «¿Alguien quiere intervenir?», preguntó inútilmente Mariano Rajoy tras su rendición de cuentas. «¿Alguien quiere salvar su voto?», inquirió el presidente y, de nuevo, le respondió el mutismo más absoluto de la asamblea. Ni siquiera el presidente fundador, Manuel Fraga, utilizó el turno para pronunciarse. Ya lo había hecho en la reunión anterior, en plena crisis, cuando solicitó a la actual dirección que hiciera todos los esfuerzos para impedir la ruptura y salvar la coalición. No lo consiguió y ayer se dio por vencido sumándose al óbito mudo.

El presidente en ejercicio hizo un recorrido por el conflicto desde que Miguel Sanz dejara saber a sus socios que quería «libertad de voto en el Congreso, el Senado y el Parlamento Europeo, en virtud de no se sabe qué criterio», les dijo. Así las cosas, el líder popular concluyó que una solución a la crisis «se hizo imposible». De los que estaban en el Ejecutivo que aprobó el pacto en el 91, sólo Rajoy y un puñado de dirigentes como Arenas, Trillo, Mayor Oreja, Ruiz-Gallardón, Villalobos, Vera y Tomás Burgos asistieron a la reunión de ayer.

Desagradable

Los dirigentes del Comité Ejecutivo se rebulleron en sus asientos y algunos calificaron de «desagradable» el momento que siguió a las palabras de Rajoy con las explicaciones de la secretaria general, Dolores Cospedal. De acuerdo con la situación, la número dos estuvo muy seria e «incluso tajante» a la hora de explicar las medidas adoptadas para levantar de nuevo el partido y no cerró la puerta a futuros acuerdos con el antiguo socio pero quedó claro que el PP no volverá a disolverse en Navarra. Una comisión constituyente se encargará de montar un partido de nueva planta y preparar un congreso que se celebrará en el plazo de tres meses. Cospedal denunció «presiones» de UPN a quienes desean afiliarse al PP, como hizo Miguel Sanz, que acusó a los populares de perseguir a sus afiliados para llevarlos al nuevo partido.

Cospedal rechazó que exista transfuguismo, como sostiene UPN en un comunicado, donde pide la devolución de los cargos a quienes abandonan la organización. «En ningún caso se puede hablar de devolver las actas», replicó. «·stos cargos se presentaron a las elecciones por la coalición UPN-PP y están en su partido», añadió.