Salpicada por el estallido
Actualizado: Guardarhiclana de la Frontera fue la ciudad paradigmática del boom inmobiliario. Ninguna otra ciudad vivió tanto de la burbuja de la vivienda, en ninguna se construyó tanto ni crecieron los precios a ese ritmo y ahora es momento de sufrir las consecuencias del estallido. La ciudad chiclanera comenzó el año con 5.699 parados. Diez meses después, supera los 8.000, tras incrementarse los desempleados en un 41,6% (el porcentaje récord en la Bahía gaditana y, pequeñas poblaciones aparte, de la provincia). La construcción, en efecto, lo explica todo: el año 2007 terminó con 1.391 trabajadores sin un ladrillo que poner; en octubre ya eran 2.173 y sumaban más de una cuarta parte del conjunto (se trata del impacto negativo más potente de la actividad constructora sobre una localidad gaditana). Para colmo, se ha acabado el verano y los servicios van recogiendo a los desempleados que vienen del turismo.