Los sindicatos de Navantia en la Bahía prevén un nuevo periodo de huelgas en noviembre

El conflicto de Navantia no afloja. La cuerda da vueltas y vueltas, aumentando la tensión, y ninguna de las partes implicadas parece dispuesta a ceder. Ayer por la mañana, los representantes de los comités de empresa de las tres factorías de la compañía en la Bahía se reunieron con el subdelegado del Gobierno en la provincia. Le expusieron sus problemas (falta de diálogo de la dirección, en resumen) y esperan la mediación del representante del Ejecutivo central en Cádiz «para que arreglen esto y para que quiten de la cúpula a unas personas que nos llevan a la quiebra», explicó el portavoz sindical, Jesús Gargallo. El objetivo final se va aclarando: los trabajadores no están dispuestos a aceptar al actual presidente, Pedro Gómez Jaén.

El pulso se endurece porque hay ya un preaviso de huelga para noviembre «y seguro que pararemos algún día», avisa Gargallo. Las movilizaciones continuarán y eso supone que la empresa no volverá a convocar una nueva reunión (el último intento se canceló en el último minuto porque la empresa adujo que no se sentaría mientras se mantuvieron las protestas). Entretanto, Navantia denunció el pasado lunes que las movilizaciones de los empleados están afectando seriamente a la producción y que eso tendrá consecuencias y se abrirán expedientes a los responsables.

«Si nos buscan, nos van a encontrar», replicó ayer el representante sindical, que denunció «maniobras» de la empresa para provocar un enrarecimiento del clima. ¿La solución a todo? La negociación «real, no virtual» del plan industrial.