La isla
Edgar Allan Poe describió el horror y la majestad de los abismos de la naturaleza en 'El descenso al Maelstrom'. Situó su paisaje desolado en los fiordos noruegos. Pero la realidad tiene una gran imaginación. En el Pacífico hay una vasta zona en la que confluyen varias corrientes marinas. Las aguas giran despacio en un enorme remolino que no se hunde violentamente en las profundidades como el maelstrom de Poe. Los vientos son escasos, no hay islas, las aguas contienen pocos nutrientes.
Actualizado: GuardarLa región se extiende desde Japón a California y se conoce como la espiral o el vórtex. Es famosa por sus calmas chichas. Un lugar fantasmal y poco frecuentado. El día 13 de agosto de 1997 lucía el sol y el capitán Charles Moore volvía de Hawai a la costa este de EE UU por una ruta inusual. Una autopista de desperdicios le guió hasta la isla flotante de plástico que lleva formándose desde los años cincuenta y que crece a buen ritmo en el centro del vortex. Allí, una masa de basura del tamaño de la Península Ibérica gira lentamente con las corrientes marinas, como si fuera un animal monstruoso. Pero no es obra de la naturaleza.
Es la magna obra de nuestra especie. Una imagen de nosotros mismos que la naturaleza nos devuelve. Cada año arrojamos al mar varias toneladas de plástico en forma de envases y utensilios que, poco a poco, el mar se lleva hasta este paisaje desolado y dañino. «No necesitamos sólo un plan de salvamento de los bancos», ha dicho Laurent Fabius, comentando la crisis económica. «Lo que necesitamos es un plan de salvamento del planeta y del empleo». Tras el último susto que nos ha dado el capitalismo, los capitalistas hablan hoy de 'responsabilidad' y de 'ética', que al parecer han faltado, pero su ética no suele alcanzar al medio natural. Fabius, que fue primer ministro con Mitterrand, ha propuesto un plan de inversiones masivas en ahorro energético y nuevas fuentes de energía para la vivienda (que ayudaría al sector del ladrillo); en grandes polos de I+D y nuevas tecnologías; en transportes y ecodesarrollo.
Laurent Fabius cree que sólo el camino del «ecodesarrollo» nos puede llevar a alguna parte, y además podría reactivar la economía, con nuevas áreas de inversión y nuevas formas de evolución. Pero muchos dirigentes se niegan a considerarlo, se lamenta. No hay peor ciego que el que no quiere ver. Y, sin embargo, es difícil no ver la isla de la basura, que ya está en You-Tube, para espanto del nauta y del internauta.