La cárcel de Carabanchel era de «imposible conservación y restauración»

La secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, ha asegurado que los técnicos de su departamento consideraron imposible atender la demanda de algunos colectivos de conservar y restaurar alguna parte de la vieja cárcel madrileña de Carabanchel, que comenzó a ser demolida el pasado jueves. Gallizo ha señalado que en torno a esta cuestión "no hay discusión posible" dado que los informes técnicos requeridos por Instituciones Penitenciarias consideraban que el edificio era de "imposible conservación y restauración".

De esta forma se mantendrá el calendario previsto para la demolición de la prisión madrileña cuyo cierre, ha recordado, se acordó hace diez años y conllevó la firma de un convenio entre el Ministerio del Interior y el Ayuntamiento de Madrid para recuperar los terrenos que ocupa para convertirlos en un espacio urbano destinado a servicios y a la construcción de viviendas.

En este sentido, ha recordado que Interior cedió "de forma generosa" 35.000 metros cuadrados del espacio que ocupaba la cárcel para que fuesen ocupados por un hospital y atender así las demandas planteadas por los colectivos vecinales. "Esos terrenos llevan diez años abandonados y se habían convertido en un nido de suciedad y de riesgos para las personas", ha subrayado Gallizo, que ha reiterado su compromiso de ubicar en la zona que ocupaba la antigua cárcel un espacio dedicado a la memoria de quienes cumplieron condena "injustamente" en Carabanchel.

Según la secretaria general de Instituciones Penitenciarias, este espacio dedicado a la memoria democrática albergará fondos documentales y gráficos de la antigua prisión que se pondrá a disposición de los investigadores.