Todorov en Oviedo. / AFP
TZVETAN TODOROV FILÓSOFO Y PREMIO PRÍNCIPE DE ASTURIAS DE LAS CIENCIAS SOCIALES

«Una guerra siempre engendra otra guerra»

Hay que temer por encima de todo a los gobiernos que actúan impulsados por el miedo. Tzvetan Todorov -pelo blanco y rizado, hablar pausado y profesoral y experiencia de inmigrante del Este que llegó a Francia en los sesenta- alerta contra las reacciones desmedidas ante lo que se entiende como amenazas a veces sin razón. El intelectual francés, ha visitado España para presentar su último libro (El miedo a los bárbaros, Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores) y recoger el premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

-El desarrollo del conocimiento no ha terminado con las guerras ni la miseria, como preveían algunos pensadores ya hace más de dos siglos. ¿Son consustanciales al ser humano y no van a desaparecer nunca?

-Desde la Ilustración, se piensa que la difusión del conocimiento y el fin de los prejucios acabará con las guerras y las miserias. No hace falta decir que no ha sido así. Pero aunque no se han erradicado las guerras, es imposible que haya una entre 27 países europeos que en el pasado se enfrentaban continuamente. Y eso ha sido posible gracias a la iniciativa de constituir la UE. Si algún día los países resultantes de la división de Yugoslavia entran en la UE también la guerra será imposible entre ellos.

-Pero el mundo es mucho más que Europa...

-Esa ausencia de guerras en Europa no es la única mejora. Si comparamos en el interior de cada país con lo que sucedía hace un par de siglos también observamos cambios. No hay pena de muerte, como antes, que se utilizaba frecuentemente, y de forma muy cruel. En Francia, se practicaba el descuartizamiento...Hace apenas unos años, las mujeres no tenían derechos cívicos, y hoy los tienen. Hasta fechas reciente, el rico o el noble imponían su voluntad por encima de la ley, algo que tampoco pasa hoy. Sí se ha producido progreso, no se puede decir que no lo hay. Pero no creo que la guerra ni los pobres desaparezcan.

-¿Por qué?

-Porque el deseo de obtener ventajas o beneficios sobre los demás está en los individuos. Siempre habrá ese deseo también de enriquecernos para vivir mejor o sentir que tenemos una vida más importante. En ese sentido, suelo citar a Rousseau cuando decía que el bien y el mal manan de la misma fuente. La pasión por la riqueza, por estar por encima de los demás, van a estar ahí siempre. Si a eso añadimos que vivimos en un mundo con recursos limitados y una población que no para de crecer, eso ayuda a pensar que en el futuro seguirá habiendo conflictos. Pero eso no nos conduce al Apocalipsis, aunque sí a adoptar algunas medidas.

-¿Cuáles?

-Frenar el crecimiento demográfico y encontrar la manera de compartir los recursos disponibles de la manera menos injusta posible, en vez de distribuir en función de la dominación militar. El peligro de ésta es que una guerra siempre engendra otra guerra, a menos que nosotros mismos nos impongamos la prohibición de dejarnos llevar por la tentación de ejercer la dominación por la fuerza.