Candidatos a todas horas en televisión
Demócratas y republicanos han gastado 218 millones en anuncios para la pantalla, con Obama como principal inversor
Actualizado: GuardarEs un bombardeo constante. Casi indiscriminado. Por la mañana, cuando los estadounidenses aún se desperezan para arrancar su tediosa jornada. Por la noche, al terminar su labor y se sientan en su sofá con una cerveza. Cuando encienden la televisión, a cualquier hora, ahí los tienen. En su salón. Barack Obama y John McCain, los dos hombres que buscan la Casa Blanca, están rompiendo barreras en gastos publicitarios. Desde el 3 de abril, ambos candidatos han invertido alrededor de 290 millones de dólares (218 millones de euros) en los casi 200 anuncios que han elaborado para la pequeña pantalla. Y como en las encuestas -quizá ésta sea una de las principales razones de su ventaja-, el demócrata lidera el dispendio. El afroamericano, según el 'New York Times', se deja cuatro veces más que el veterano de Vietnam en este apartado.
Ahí de todo. Spots en los que los candidatos cantan las excelencias de su programa, proclaman lo bonito que será Estados Unidos si el elector les da su voto... Pero también críticas ácidas y ataques a la línea de flotación del rival. Aún permanece caliente, por ejemplo, el mensaje con el que la campaña de McCain intentó desacreditar, una vez más, al senador de Illinois. Le relacionó con Bill Ayers, un antiguo activista contrario a la guerra de Vietnam que colocó varias bombas en el Senado para criticar esta incursión militar que el republicano padeció.
Aunque ni las antiguas batallas ni las extrañas amistades son el tema estrella de los productos televisivos. Los impuestos, y más en una época de grave crisis económicas, son los protagonistas. Los candidatos parecen haber asumido que si no llegan al corazón de los electores tendrán que aterrizar en sus bolsillos. La campaña de Obama ha producido 31 anuncios de este tipo (el 36% de los 86 productos emitidos). El senador por Arizona, en cambio, ha dedicado 20 spots a este asunto. Es el 35% de las 57 proclamas. Energía, el cambio climático, asuntos internacionales... Entran en esa inversión de 218 millones de euros.
Cifra desorbitada, sin rival. De hecho, en 1960, cuando la televisión entró en juego por vez primera, los candidatos emplearon este medio en tan sólo diez ocasiones. Un proeza para aquella época. Entonces, los demócratas también superaron a sus rivales: el grupo de Kennedy ideó seis anuncios por cuatro que crearon los aliados de Nixon.
En máxima audiencia
Pero eran otros tiempos. Antiguos. Ahora la televisión es una potente arma. Los expertos dicen que si algo no se ve no existe. Obama ha aceptado esta máxima a rajatabla. Surge en las grandes cadenas, en las emisoras locales, en los canales de cable dirigidos a grupos específicos, en el satélite... Y lo hará el próximo 29 de octubre en la CBS y NBC, las dos principales emisoras de EE UU. El demócrata ha adquirido, por una cantidad desconocida, un espacio de treinta minutos en máxima audiencia, algo inédito. Será seis días antes de los comicios y se enmarca en la estrategia de campaña nacional por la que apuesta el líder afroamericano.
Él se lo puede permitir gracias a que renunció al sistema financiación federal de campaña, un fondo que aporta a cada aspirante 63 millones de euros con una condición: que sus gastos no superen esa cifra desde el día que son nominados por la convención de sus respectivos partidos. Obama dijo que 'no' y, de momento, va camino de destrozar la marca de 140 millones de euros en inversión publicitaria que efectuó George W. Bush en 2004. De momento, anda por los 110 millones. «Nos encontramos con algo sin precedentes. Es cierto que en el pasado hemos visto batallas de publicidad muy caras, pero nunca hemos visto una campaña de publicidad en la cual una de las partes tiene una ventaja tan grande», analiza Kenneth Goldstein, director del Proyecto de Publicidad de la Universidad de Wisconsin. Sólo coinciden en dos cosas. Por un lado, el mayor contingente monetario se lo están dejando en esa docena de estados indecisos que pueden decidir la victoria final, el próximo inquilino del Despacho Oval. Y también en el emplazamiento de los spots: fútbol americano y otros eventos deportivos.
A McCain sólo le queda el consuelo de que durante los Juegos Olímpicos fue el que más invirtió: 3,7 millones contra 3. Es su única 'victoria' porque Obama le está destrozando. Como aquel día en el que se gastó casi cinco millones de euros y el republicano sólo invirtió 750.000 euros. De récord.