El presidente francés, Nicolas Sarkozy, durante su turno en la Eurocámara. /AFP
crisis financiera mundial

Sarkozy se vuelve a olvidar de España al plantear una cumbre económica internacional

El líder francés teme que surjan problemas con Polonia si se amplía la lista de invitados al Ejecutivo de Zapatero

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La complicada situación económica multiplica las reuniones entre dirigentes para buscar medidas contra la crisis. Respecto a la cumbre financiera internacional que se celebrará a mediados de noviembre probablemente en Nueva York, Nicolas Sarkozy ha insistido hoy en su decisión de excluir a España de la lista de participantes y ha explicado que invitar a José Luis Rodríguez Zapatero podría crear problemas con Polonia.

El líder francés ha afirmado ante el pleno de la Eurocámara que los participantes de la cumbre para "refundar el capitalismo internacional" deberían ser únicamente los países del G-8 y las potencias emergentes del G-5 (China, India, Brasil, Sudáfrica y México), lo que excluiría al presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, que tiene el apoyo del primer ministro británico, Gordon Brown.

Al ser preguntado por la petición española en la rueda de prensa posterior a su comparecencia ante el Parlamento Europeo, el presidente francés ha asegurado que Zapatero ha jugado un "papel considerable" en la respuesta de la UE a la crisis financiera porque "fue él quien propuso la reunión del Eurogrupo" de la que salió el plan de rescate bancario.

Pese a este reconocimiento, Sarkozy ha explicado que no se trata de crear un nuevo formato para la cumbre financiera internacional sino de adaptar los formatos que ya existen, como el G-8. En este sentido, ha resaltado que no es él quien decide sobre los miembros del G-8 y que invitar a España "planteará también el problema de Polonia y sus 38 millones de habitantes".

La cita aún no tiene una lista de participantes cerrada

Sin embargo, el vicepresidente económico, Pedro Solbes, y el portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, han querido restar importancia al hecho de que España esté o no invitada a la cumbre, ya que nunca participa en las reuniones del G8, aunque el ministro ha apuntado que si finalmente es convocada sería "estupendo".

Según Alonso, España está "donde hay que estar", es decir, en las cumbres en las que se toman las decisiones en la UE, porque "las reuniones que haya al margen de eso, son reuniones que tienen carácter informal y que tienen la importancia y el recorrido siempre relativo". Por eso, ha querido hacer hincapié en que "la reunión fuerte" es aquella en la que están todos los países miembros de la UE.

No se ha mostrado tan optimista Rodríguez Zapatero, que ha eludido pronunciarse sobre la propuesta del jefe del Estado francés, y tan sólo ha espetado lacónicamente "ya hablaremos". Mientras, fuentes del Ejecutivo han insistido en que la cita todavía no tiene ni un formato ni una lista de participantes cerrada.

La propuesta de Sarkozy en el Parlamento Europeo -que asistan los miembros del G-8 y del G-5 es una "opinión respetable" por proceder del presidente de turno de la UE, pero sólo una opinión, han insistido las fuentes.