La bestia no era tan fiera

Los primeros pasos, las primeras palabras, los primeros juguetes, el primer día de cole, el primer amor, el estreno como trabajador... la primera victoria del Xerez en Chapín ante Las Palmas. Para todo hay una primera vez en esta vida, y ayer por fin el Deportivo saldó su deuda ante los canarios. El destino ha querido darle emoción, pero los hombres de Esteban se impusieron por la mínima a la Unión Deportiva, poniendo así punto y final a una histórica y negativa estadística que perseguía a los azulinos.

Al mismo tiempo, la victoria sirvió para poner un ladrillo más en la fortaleza que Esteban y sus hombres están construyendo en Chapín. El malagueño se ha propuesto no dejar escapar ningún punto más del feudo xerecista, y ayer lo logró sin demasiadas florituras. Por la mínima, haciendo casi lo justito, pegándole sólo tres veces a puerta y sonriendo con una efectividad del 33%. Eso sí, con una solidez defensiva propia de un equipo serio, que a pesar de contar con cantidades importantes de calidad, sabe que la prioridad es dejar la portería a cero. Y ya van tres partidos. Exactamente, 280 minutos son los que han pasado desde que Chema encajara el tercer tanto ante el Rayo. Desde entonces el meta xerecista no ha tenido que recoger ningún balón en el fondo de su portería. Imbatibilidad que le ha dado para cambiar de look. Ha dejado atrás la careta de villano, para convertirse en uno de los héroes del xerecismo. Ayer fue fundamental. Salvó la victoria con dos paradones tremendos. Ambos, a dos ex del Cádiz. Miguel García le pegó de volea casi en el área chica, pero el meta fue capaz de sacar una mano a bocajarro. En la segunda parte, Pablo Sánchez tampoco fue capaz de batirle en el mano a mano. Esta vez el pelao estiró el pie para impedir el empate.

Partido feo

El encuentro no fue especialmente vistoso. Además, el colegiado se encargó de poner alguna que otra piedra en el camino, pues cargó a ambos equipos de tarjetas sin demasiado sentido. Algo que no impidió que llegara una victoria justa para los azulinos, pues tuvo más ocasiones claras que Las Palmas, y además, logró convertir en gol una de ellas. Carlos Calvo fue el encargado. El madrileño tuvo continuidad en el once titular y dejó a Pedro Ríos en el banquillo. Calvo tuvo su mejor encuentro en este arranque de competición. El tanto supuso la guinda de un pastel que confeccionó a base de regates, de velocidad, de centros y de pases de gol como el que le dio a Viqueira. El gallego no pudo materializar un clarísima ocasión en un tramo en la que la bola parecía no querer entrar en la portería de Las Palmas. Pedro Ríos también lo intentó, pero no acertó ni a ver a Antoñito (en una posición inmejorable) ni a superar con su disparo a Santamaría. Pero aún así, el Deportivo no sufrió demasiado. Sólo lo justito para imponerse al conjunto canario y colocarse en la zona alta con 14 puntos.

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