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Una obra de arte de Iniesta y la eficacia de Villa mantienen la euforia de la roja
La victoria ante Bélgica deja a España el camino despejado hacia el Mundial 2010
Actualizado: GuardarEspaña sigue en euforia. En el mejor momento de su historia. En su inmaculado camino al Mundial 2010 superó su primera prueba seria, en Bélgica, remontando con un recital de juego gracias a una obra de arte de Andrés Iniesta y la pegada letal de David Villa que decantó un duelo de fútbol total.
El primer test serio de la campeona de la Eurocopa exigió la mejor cara de la roja. Un duelo duro que se puso en contra. Un momento que exige la irrupción de los grandes. Iniesta está entre los elegidos. Firmó uno de los goles más bellos de la historia de una selección que no toca techo.
España no camina sola hacia el Mundial 2010. El prestigioso estadio Rey Balduino, antiguo Heysel, fue escenario de un encuentro de una fase de clasificación que bien pudo ser de la fase final de la Eurocopa por el color de las gradas, por su intensidad. Los españoles poblaron todo un fondo. La pasión por la roja convocó a once mil seguidores que disfrutaron de un partido vibrante.
El primer acto fue una montaña de sensaciones. Hubo de todo para la campeona de Europa que tocó de inicio y le costó despertar hasta que una bofetada de fútbol directo, transformada en gol por el letal Wesley Sonck, y la lesión de Fernando Torres, la dejaban en el precipicio, al límite de la finalización de su etapa de récords. A los siete minutos concluía el de imbatibilidad de Casillas (717 minutos con Reina y 709 en solitario). Bélgica encontraba rápida recompensa a un planteamiento defensivo en su primera acción de peligro. Un centro desde el costado izquierdo de Kompany, lo remató Sonck de cabeza a la red, picado, beneficiado de la pasividad de Puyol y Juanito. Se miraron. Ninguno salió al paso. España pedía a gritos la aparición de Marcos Senna en minutos de desconcierto, cuando llegó la peor noticia. Un balón largo sobre Fenrando Torres acabó en lesión muscular. El Niño regresaba al estadio donde se consagró con la roja. Dos goles para conducir a España al Mundial de Alemania en un momento delicado. Del estrellato a la cara más amarga del fútbol. El peor día posible. Con su vuelta a casa, al Calderón, en el horizonte. Sus lágrimas camino del vestuario hablaron por sí solas.
El gol de Iniesta lo recordarán los que lo presenciaron en directo. Un tanto maradoniano. Vio su desmarque Cesc. Se marchó de su defensor, encaró al portero rival con una tranquilidad pasmosa. Pisó el balón, para tumbar al meta con el cuerpo y salir por el lado contrario. En un palmo. Pegado a la línea de fondo, aguantó a que Van Buyten fuese al suelo y picó el balón a la red. Una obra de arte. Villa fue el artífice del gol de la sentencia y el que le iguala a Di Stéfano (23 goles con la roja). Un paso de gigante hacia al Mundial cuando todo acaba de comenzar.