Un cuento para mayores

Escondido entre las estanterías de miles de bibliotecas, presente en millones de hogares de todo el mundo, traducido a cientos de dialectos, El Principito es uno de esos libros que todo ser humano debería de haber leído. Con apariencia de literatura infantil, la obra del piloto francés Antoine de Saint-Exupéry narra el encuentro de un aviador, cuyo avión se ha averiado en el desierto del Sahara, con un niño, príncipe de un diminuto asteroide muy lejano.

Hasta aquí todo parece normal, casi un relato de aventuras en las que interviene un accidentado piloto y un crío inexperto. Sin embargo, la relación de hechos que se suceden en el relato y las conversaciones que mantienen el pequeño con el resto de personajes, descubren una obra que aborda temas como el sentido de la vida, del amor y la amistad. Una trama algo ardua para los lectores menudos si no fuera por su lenguaje sencillo y sus ilustraciones.

No obstante, lo que realmente hace a este libro grande, uno de los más populares en todo el planeta, es la capacidad de transmitir valores tanto a mayores como a pequeños. Como si se tratase de un manual para entender a los adultos, la lectura hace un repaso para cada uno de los defectos que los mayores adquieren con la edad. Vanidad, egoísmo, falta de fuerza de voluntad, avaricia… Cada uno representado de una manera franca y amena, el joven principito muestra a su público, niños o no, los malos hábitos que se adquieren con el paso del tiempo. Como si al habernos hecho mayores, el rumbo que fijamos cuando una vez fuimos niños, se desvaneciese. Como si todos olvidásemos el príncipe que llevamos dentro.

La obra de El Principito será representada el sábado en El Puerto de Santa María. Una oportunidad para disfrutar con los más pequeños de la casa.