Tras la tormenta, viene la calma
Ya nadie habla de la asamblea del PSOE celebrada el jueves, sólo unos pocos que se tiran los trastos en los blog, donde la gente se retrata tal y como es. Ganó (iluso el que pensó que no iba a ser así) la candidatura oficial, representada por Federico Pérez Peralta, seguida de la de Piniella y, por último la de Blanca Flores.
Actualizado: GuardarYa nadie habla de la asamblea del PSOE celebrada el jueves, sólo unos pocos que se tiran los trastos en los blog, donde la gente se retrata tal y como es. Ganó (iluso el que pensó que no iba a ser así) la candidatura oficial, representada por Federico Pérez Peralta, seguida de la de Piniella y, por último la de Blanca Flores. Ya se lo aconsejaba yo a los opositores de Chiqui en mi último artículo: la unión hace la fuerza, pero como no hicieron caso, perdieron la oportunidad de, al menos, obtener representación en el comité provincial, ya que sumados los votos de ambos (57 y 42) hubieran alcanzado el 20% necesario para ello. Algún día tendrán que explicar qué les impidió llegar a un acuerdo para presentar una candidatura conjunta, si encabezar la lista o bien diferencias en el planteamiento ideológico de sus ideales políticos. Lo digo para que no se piense que lo que había detrás de los candidatos era un afán desmedido de protagonismo y no un deseo puro inmaculado por cambiar el partido. De todas maneras, Pérez Peralta ha recibido un aviso a navegantes y ahora deberá plantearse de otra manera su gestión, si no quiere otro motín en el barco. Es necesario que reflexione sobre lo ocurrido y el por qué de si tenía 314 avales sólo recibió el respaldo de 236 en las votaciones.
Ya lo decía mi abuela, «el que se pica, ajos come», y qué razón tenía. Hay gente que se estresa mucho los domingo cuando lee la prensa y no tiene nada mejor que hacer que descolgar un teléfono y molestar a tu jefe/a para ponerte a caer de un burro. Qué triste, con lo bien que se está el domingo en la cama hasta la hora que a una le da la gana, disfrutando de un buen desayuno con la familia y planeando pasar un día relajante con los tuyos antes de empezar con la vorágine semanal.
Yo aconsejaría tomar la pastillita para no perder los papeles, que la noche confunde, como diría Dinio. En fin, las cosas que tiene una que ver a estas alturas de la película.
POR BUROFAX
Por cierto, ha llegado a LA VOZ un burofax de Blanca Flores, la joven promesa de la política gaditana, que exige una rectificación a un comentario que realicé en la crónica del pasado domingo, en el que advertía a la candidata alternativa a Pérez Peralta y Piniella que su precipitada salida a la escena pública, incluso mostrando su deseo de ser aspirante a la Alcaldía de Cádiz, había hecho que sus propios compañeros de partido empezaran a mover la mierda (expresión al uso como la de la pastillita, no vayan a pensar mal y se me pongan como la María Antonia Iglesias) y que incluso en la Delegación Provincial de Educación hay quien ya comentaba sus ausencias en estas últimas semanas.
¿Dios me libre que estas líneas hayan sido mal intencionadas! Su cumplimiento horario de ocho a tres como buena funcionaria que es tras aprobar sus oposiciones a la Inspección de Educación como todo hijo de vecino, estudiando mucho, mucho, es... Pero como la mujer se ha sentido muy ofendida y yo no quiero que nadie se estrese en domingo, pues lo dicho, afirmo que Blanca Flores cumple como una jabata con su jornada laboral.
Ella comentaba en el burofax que dichas manifestaciones ponían «en evidencia una ausencia injustificada a mi puesto de trabajo lo que supone un incumplimiento de mis obligaciones laborales que son totalmente inciertas y que al ser vertidas en un medio de comunicación son claramente perjudiciales hacia mi persona».Pues nada, que no se enfade, que ahora voy a hacer yo mi aclaración, por si es ella la que se ha confundido con el comentario: En ningún momento se afirma que está faltando al trabajo, simplemente se dice que se comentan sus ausencias que, por otro lado, las hay justificadas e injustificadas.
Seguro, por ejemplo, que el viernes por la mañana que dio la rueda de prensa en la Asociación de la Prensa de Cádiz la ausencia a su trabajo como inspectora de Educación estaba justificada tras pedir permiso a su jefe y que el día que fue a dar las quejas a LA VOZ, a la una y veinte de la tarde del pasado lunes, como consta en el registro de entrada del periódico, al menos estaría en la media hora del bocadillo.
Pienso que a la joven promesa de la política gaditana, que curiosamente ha sacado tantos votos como años tiene, 42, le queda mucho por aprender si ambiciona ser personaje público. De momento, le aconsejo que se busque mejor asesor de comunicación, porque en su puesta de largo no le ha ido nada bien. Amenazar a un medio con llevarlo a los tribunales por un comentario que sólo pretendía ponerla en alerta es empezar con muy mal pie en la escena pública y política.
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