Micrófono delator
Actualizado: Guardarl comentario de carácter privado sobre el desfile de las FFAA realizado por Mariano Rajoy cuando confiaba que los micrófonos estaban inactivos le ha pasado factura poniendo al descubierto un rasgo de su personalidad políticamente negativo y reflejando con crudeza las contradicciones entre el discurso oficial y el particular. Ni es el primero, ni será el último porque algunos responsables políticos no solo descuidan sus palabras cuando creen que no son escuchados sino, y lo que es peor, son practicantes del doble lenguaje. Pero la extrapolación del resbalón de Rajoy a unas conclusiones políticas desmedidas, una vez que él mismo presentó sus respetos a las Fuerzas Armadas tampoco es admisible. Ni parece tampoco proporcional exigir «disculpas oficiales»; o como hizo Leire Pajín, afirmar en un mítin que de esto se deduce que al jefe de la oposición «le dan mucha pereza los problemas serios de este país».