RABIA. Los racinguistas ya tenían ganas de festejar una victoria. / GECA SPORT
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Por fin llega la victoria

El Portuense logra su primer triunfo oficial de la era Ferri ante el Guadalajara (1-3) Kikín puso por delante a los racinguistas con un tempranero gol en el primer minuto

Actualizado: Guardar
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El Portuense consiguió su primera victoria en la Liga para salir de la zona de descenso tras ganar en Guadalajara ante un rival que también estaba necesitado de triunfos. Y es que el conjunto alcarreño lleva sin ganar desde la primera jornada.

Tal y como llegaban ambos al encuentro, la victoria era lo importante, más allá del juego. El Guadalajara tenía numerosas bajas. Por su parte, el Portuense planteó un partido defensivo, dejando que su rival llevara la iniciativa y saliendo a la contra.

En ello ayudó el tempranero gol de Kikin. No había transcurrido el primer minuto de juego y el Portuense se adelantó gracias a un buen pase de Jonhy desde la banda derecha y Kikin, dentro del área, marcó con un potente disparo cruzado ante la incredulidad de los aficionados locales. Al conjunto de Ferri se le puso el partido como quería. Tocaba nadar y guardar la ropa, dejar hacer al Guadalajara, que tuvo que emplearse a fondo para recuperarse del batacazo sufrido.

Intentos fallidos

El Guadalajara intentó por todos los medios devolver la igualdad en el marcador y así jugó con mucha velocidad, al primer toque. La primera ocasión clara para los locales llegó en el minuto 7 en una combinación de sus dos delanteros, Álex y Lambarri, en una jugada calcada a la que supuso el gol del Portuense. El disparo de este último dentro del área lo despejó Manu Taranilla y después Álex no acertó con su remate cuando el guardameta del Portuense aún no se había puesto en pie.

Pasaban los minutos y el marcador no se movía para fortuna del Portuense y desesperación del Guadalajara, que caía en los nervios y en la precipitación. Mientras, el Portuense continuaba con la situación controlada y, además, creaba peligro en jugadas a balón parado.

Diez contra diez

En el minuto 34, el Guadalajara tuvo una nueva oportunidad en una contra que no terminó de culminar Álex porque su centro chut lo adivinó Taranilla. Para fortuna del Portuense, en una contra sin aparente peligro, Feito cortó la acción en la línea de tres cuartos y el colegiado lo castigó con una muy rigurosa segunda cartulina amarilla, que conllevó su expulsión. Sin sacar la falta, Quesada recibió un puñetazo de Iturralde en el estómago en el área mientras la disputa de la posición. El árbitro no lo vio pero su auxiliar sí y, tras consultar la acción, decidió expulsar a Iturralde ante las reiteradas protestas del banquillo del Portuense. El partido se volvía a igualar en futbolistas, pero se caldeó en exceso y no se jugó nada hasta el descanso.

Tras la reanudación, el Guadalajara dominó pero cayó en la precipitación por querer remontar cuanto antes. Mientras, el Portuense se limitó a defender con orden, pero volvió a contar con la fortuna de su parte porque en el minuto 51, tras un saque de esquina el balón llegó a Sanlúcar dentro del área y Richi le propinó un patada en la espinilla que fue señalada con un claro penalti, sin discusión. La pena máxima la transformó el propio Sanlúcar en el 0-2 que otorgaba mucha tranquilidad a su equipo e incrementaba los nervios en el rival

A la desesperada, el Guadalajara intentó llegar al área del Portuense. Dispuso de ocasiones, pero volvió a fallar en la definición. Así, en el 58' Álex no acertó a rematar un centro de Rubén Cuesta. En el 610 Richi disparó alto, en el 62' Manu Taranilla despejó a córner un remate de cabeza desde el punto de penalti de Álex.

El partido se enfriaba, pasaban los minutos pero el Guadalajara recortó distancias en el minuto 79 gracias a un gol de Villa, que se encontró con un centro desde la banda izquierda y su disparo cruzado dentro del área no lo pudo detener Manu Taranilla. El gol espoleó a la afición y al equipo local, muy herido hasta ese momento. Fue un espejismo porque el Portuense tiró de oficio y veteranía, sobre todo gracias a su capitán, Sanlúcar, que sacó de quicio a los locales.

En los instantes finales, el Guadalajara tuvo varias ocasiones para empatar. Se volcó tanto a la portería del Portuense, que dejó desguarnecida su defensa y Vázquez, en una contra, puso la puntilla para un Guadalajara roto y una afición que pidió el cese de su entrenador.