Ciudadanos

Un desastre caído del cielo

Las pérdidas de la tormenta han afectado tanto al mobiliario urbano como a comerciantes y particulares

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Los efectos del viento y la lluvia que azotaron en la noche del viernes Cádiz fueron visibles durante todo el día en la ciudad. Recorrerla ayer era sinónimo de ser testigo de los destrozos que había dejado tras de sí el temporal, entre los que se encontraban desde pequeños desperfectos a daños que originaron cuantiosas pérdidas económicas en comercios, vehículos privados e, incluso, en los servicios públicos.

Los técnicos de Protección Civil retiraron ayer de la calle ramas y persianas, además de un centenar de árboles que habían caído arrancados por el viento. Mientras que unos lo hicieron en la calle sin más, otros cayeron sobre vehículos que permanecían aparcados cerca destrozándolos, como fue el caso de un turismo que quedó aplastado al ser alcanzado por una palmera en el Campo del Sur. Situación similar se repetía en San José, donde un coche fue destrozado por un árbol.

Protección Civil se afanó asimismo en retirar de la calzada los coches que se habían amontonado a consecuencia de la lluvia.

Sin embargo, ellos mismos fueron víctimas de las precipitaciones. En el exterior del puesto que tienen en la plaza de Madrid, varias bocas de riego absorbían los mil metros cúbicos de agua que habían entrado durante toda la noche. Entre las pérdidas de este puesto están dos quads, emisoras, generadores de corriente, vibráfonos y dos puestos de mando avanzado que se emplean para la detección de personas vivas enterradas, cuyo valor es de doce mil euros cada uno.

Una de las principales tareas que tuvieron los técnicos de Protección Civil durante la resaca del temporal fue la de tantear las calles inundadas para detectar arquetas o pozos abiertos que no podía evacuar más agua, ya que éstas representan un peligro añadido. «Por suerte ha coincidido que la lluvia ha caído mientras que la marea estaba vacía, si hubiera estado alta los daños hubieran sido mayores debido a la capa de agua subterránea», afirmó Gabriel Leo, gestor de Emergencias de Cádiz.

En la misma zona del estadio, se concentraba un numeroso grupo de personas delante de la puerta del garaje de la antigua bolera. En el interior del vano sólo se apreciaba un escalón y una mancha de agua oscura. Aproximadamente cien coches permanecían sumergidos en su interior debido a que el agua había penetrado durante la noche.

El sector servicios también sufrió cuantiosos daños. De las peores partes se la llevaron los comerciantes que tienen su local en la parte baja de la calle San Francisco. En la mañana de ayer, Aniceto Peral, propietario de la zapatería Nuria Cobo, encontró gran parte de lo expuesto en la tienda flotando ante la puerta. «Es calzado de piel, si se moja no se puede vender», manifestaba. El mobiliario y el sistema informático también se han avisto afectados por el agua, que llegó hasta el almacén. «Esto es la ruina total», afirmó el comerciante.

La librería QiQ también ha sufrido daños severos, tanto en el material para la venta, como en los equipos informáticos, y en el depósito en el que se almacena más material, pero al que por el momento no pueden acceder.

En casas particulares también se dejó sentir el temporal, como en la de Juana Saavedra,en la calle Hércules 12, catalogada como infravivienda. Juana aseveraba: «No he podido dormir temiendo que se me cayera algo encima, debido a las malas condiciones del domicilio».