Rencores pasados
En tiempos de crisis no sólo se implanta la amnesia colectiva como bien ha apuntado en estas mismas páginas mi querido Márquez, sino que la agresividad y la mala leche se agudizan. Sólo hay que echar un vistazo a la programación televisiva española para darse cuenta de que estoy en lo cierto. Nunca ha sido santo de mi devoción pero parece que están haciendo lo imposible para que al final este sujeto no me caiga tan mal. Con la borrachera de éxito con la que nos dejó, aprovechan ahora la circunstancia de malos resultados para arremetar contra él. No entiendo tanta animadversión teniendo en cuenta que ya no entrena a uno de los nuestros y, además si lo echan, creo que tanto él como yo no vamos a perder el sueño.
Actualizado: GuardarNo hablamos de un ninja, aunque lo parezca, así que su hipoteca, dudo que la tenga, sería prime con toda seguridad; Es decir, sin riesgos, aunque la profesión diga todo lo contrario. Durante el último año de su estancia en España, comenzó a alejarse un poco de la afición. Parece que la química, si es que alguna vez existió, fue desapareciendo poco a poco. Todos, sin excepción, le hemos criticado su forma de ser. Un tipo frío, poco dado a los razonamientos en público y con un carácter especial que le ha llevado a alguna que otra salida de tono. Como las cosas se fueron torciendo en las negociaciones, terminó por abandonarnos a pesar de los triunfos. De momento el público no le echa de menos, puesto que se está ganando pero cierta parte de prensa se entretiene en dedicarle titulares que no vienen al caso, en sacar declaraciones que ya no interesan, en hurgar en la herida de su actual mala clasificación, en emitir encuestas ridículas y en volver a los debates de antaño o, mejor dicho, al debate por el que lo crucificaron y por que el se ganó una Eurocopa.