ASUSTADO. Obama habla con vecinos de Georgetown. / AFP
MUNDO

La estrategia del miedo de McCain

La pérdida de popularidad alienta al aspirante republicano a acusar a Obama de estar ligado al terrorista norteamericano Bill Ayers

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Con sus posibilidades electorales cayendo en las encuestas a la misma velocidad que el Dow Jones, el republicano John McCain se aferró ayer a su estrategia del miedo con un nuevo anuncio que liga a Barack Obama con «el terrorista doméstico Bill Ayers».

«Obama, Osama», corean en los mítines republicanos. Los presentadores de McCain hacen el trabajo sucio al referirse a su oponente como Barack Hussein Obama, para revivir el bulo de que es musulmán. Y ahora los anuncios de campaña recalcan en las pantallas esa «relación oculta» con el activista radical de izquierda Will Ayers, que en los años 60 pusiese bombas en edificios federales como parte de su lucha contra el capitalismo, y con el que tendría una agenda secreta según los republicanos.

Las investigaciones de la prensa nacional han concluido que con el senador por Illinois le une poco más que un acto político que organizó en el salón de su casa en 1992, pero la campaña de McCain sostiene que oculta algo. «Cuando le convino, trabajó con el terrorista Bill Ayers», dice el último anuncio que empezó a emitirse ayer. «Cuando fue descubierto, mintió. Obama. Ambición ciega. Mal juicio».

Campañas

La campaña insiste en que la relación es «más profunda, más política y más larga» de lo que el aspirante demócrata mantiene. «Han trabajado juntos durante años», dice otro anuncio lanzado por internet. «¿Por qué Obama trata de ocultarlo?».

Esa duda ha servido de coartada para los seguidores más radicales del candidato conservador, que ahora tienen una excusa para volcar su rabia por la posible derrota que les espera y atacarle por algo socialmente más aceptado que ser negro. Si bien fue Sarah Palin, su perro de presa como mandan los cánones para los vicepresidentes, la primera en sacar esas acusaciones en público el sábado pasado, ahora es también John McCain el que las alienta.

«¿Quién es el verdadero Barack Obama?», preguntó el candidato en sus últimos actos. Y el público, enfervorizado, grita y pide sangre por todo el país. «¿Un terrorista!», se oyó el lunes en un mitin de Nuevo México. «¿Un maldito mentiroso!», gritó una mujer.